Los anturios van más allá del clásico rojo. Estas fascinantes plantas tropicales despliegan una amplia variedad de tonalidades verdosas, rosadas y cremas, con degradados e incluso puntitos, producto de su origen en América tropical. Las especies Anthurium andreanum y Anthurium scherzerianum nos regalan una sinfonía de colores, con hojas brillantes y flores encantadoras.
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Una planta llena de sorpresas y variedad
Los anturios no solo nos cautivan con su espectro cromático, sino que también nos sorprenden con su versatilidad en cuanto a tamaño. Desde ejemplares imponentes hasta compactos y minis, hay un anturio para cada espacio y preferencia. Estas plantas no solo son hermosas, sino que también actúan como purificadores del aire, eliminando sustancias nocivas y creando un ambiente saludable.
Evita los errores comunes en el cuidado de los anturios
A pesar de ser plantas resistentes, los anturios pueden sufrir si no les brindamos las condiciones adecuadas. Aquí te compartimos los errores más comunes que debes evitar:
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Un ambiente frío o con cambios bruscos de temperatura: Los anturios son tropicales y requieren un ambiente cálido y constante. Evita exponerlos a temperaturas inferiores a 15ºC o superiores a 35ºC, ya que esto afectará el aspecto de sus hojas y flores.
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Luz pobre o sol directo: Estas plantas necesitan una buena dosis de luz para prosperar. Colócalas en un lugar luminoso, pero evita la exposición directa al sol, ya que puede dañarlas.
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Sequedad ambiental: Los anturios necesitan un ambiente húmedo para crecer en todo su esplendor. Mantén la humedad entre el 60% y el 80% rocíando las hojas diariamente con agua destilada o de lluvia. También puedes colocar la maceta sobre un platito con guijarros y agua, rodearla de plantas frondosas y así crear un microclima favorable para su desarrollo.
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Riego excesivo: El exceso de agua puede ser perjudicial para las raíces de los anturios. Antes de regar, verifica que la superficie de la tierra esté seca. En verano, riega aproximadamente cada tres días, y en invierno, una vez a la semana. Si prefieres el riego por inmersión, sumerge la maceta en agua hasta que el sustrato se humedezca uniformemente.
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Riego insuficiente: En verano, evita que la planta se seque por completo. Si ocurre, sumerge la maceta en un cubo con agua para que las raíces se rehidraten.
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Abono excesivo: Un exceso de fertilizante puede provocar un crecimiento acelerado y dañar las hojas. Aplica abono líquido diluido en el agua de riego cada dos o tres semanas, en dosis reducidas.
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Evita abrillantar las hojas: No es necesario. Si quieres limpiarlas, utiliza un paño suave humedecido con agua y una pizca de jabón de potasa.
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Renueva el sustrato: Cada dos o tres años, trasplanta tu anturio a una maceta nueva con un sustrato específico para plantas de interior. Esto permitirá que las raíces respiren y se nutran adecuadamente. No olvides colocar una capa de drenaje en el fondo de la maceta.
¡Cuida tus anturios siguiendo estos consejos y podrás disfrutar de su belleza y frescura durante mucho tiempo!
Más información: Una Planta