La Araucaria araucana, también conocida como pehuén, es una especie de árbol única y fascinante que ha cautivado la atención de botánicos y entusiastas de las plantas en todo el mundo. Con su forma piramidal distintiva y su follaje escamoso, la araucaria araucana es un tesoro de la naturaleza que merece ser explorado y apreciado.
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Descripción
Este árbol piramidal puede llegar a medir entre 30 y 40 metros de altura, con un tronco que alcanza de 1 a 1.5 metros de diámetro. Su corteza de color gris-marrón es resinosa y suave, marcada por anillos dejados por cicatrices de ramas antiguas. Sus ramas, dispuestas en verticilos de cinco, se extienden horizontalmente y sus hojas, en forma de escamas, son persistentes en el tronco, incluso hasta la base. Estas hojas ovado-lanceoladas, de color verde brillante en ambas superficies, miden entre 30 y 50 mm de largo y entre 8 y 25 mm de ancho. Los conos masculinos, solitarios o en grupos, son erectos y de color parduzco-amarillento, con 20 escamas en espiral. Los conos femeninos, de forma globular y de color marrón oscuro, maduran en 2-3 años y miden entre 10 y 18 cm de largo y entre 8 y 15 cm de ancho. Las semillas, de color marrón brillante a anaranjado, son triangulares y miden entre 2.5 y 4 cm de largo por 0.7-1.5 cm de ancho, con una nuez estrecha y alargada y dos pequeñas alas en la parte superior. (Silba 1986).
Fuente: Una Planta
Distribución y Ecología
La Araucaria araucana se encuentra en el sur de Chile y el suroeste de Argentina. En Chile, se encuentra en los Andes entre los 37 y 40 grados de latitud sur, así como en la Cordillera de Nahuelbuta entre los 37 y 38 grados de latitud sur. En Argentina, se encuentra en los Andes entre los 38 y 39 grados de latitud sur. Esta especie crece tanto en bosques mixtos (caducifolios o perennes) como en bosques puros. Es una especie altamente adaptada al fuego, ya que ha existido en áreas donde los incendios han sido causados tanto por actividad volcánica como por humanos desde el Holoceno temprano. Se establece tanto en la sucesión primaria como en la secundaria, colonizando áreas rocosas quemadas y brotando bajo bosques de post-incendio de especies de Nothofagus (Global Trees Campaign [sin fecha]).
Hábitat y Conservación
La Araucaria araucana se encuentra en grave peligro de extinción en estado salvaje debido a su distribución limitada y severamente fragmentada, así como a la continua disminución en la extensión y calidad de su hábitat. Es una especie totalmente protegida bajo el Apéndice I de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, 1973, revisada en 2003) y su recolección está prohibida en Chile desde 1990. A pesar de estas medidas, el árbol aún enfrenta riesgos de extinción debido a la pérdida de bosques nativos y la fragmentación de su hábitat. Es crucial tomar acciones para proteger y preservar esta especie icónica.
Importancia Cultural y Medioambiental
La Araucaria araucana tiene una gran importancia tanto cultural como medioambiental. Para la comunidad indígena Mapuche en Chile, la araucaria o pehuén tiene un significado religioso y económico. Los Mapuches obtienen varios recursos de este bosque, incluyendo leña, materiales de construcción, resina con fines medicinales y alimentos en forma de piñones. Los piñones son consumidos como alimento, alimentados al ganado y vendidos como excedente. Para algunas comunidades Mapuches, los piñones representan entre el 10% y el 15% de su dieta durante la temporada de cosecha y el invierno, proporcionando una importante fuente de carbohidratos. A pesar de las restricciones comerciales impuestas por CITES, la venta de semillas de araucaria en mercados locales y nacionales sigue siendo una fuente de ingresos crucial para algunas familias (Gallo et al. 2004).
Conclusion
La Araucaria araucana, conocida como pehuén, es un árbol emblemático y fascinante que se encuentra en peligro de extinción. Su forma única, su historia evolutiva y su importancia cultural la convierten en una especie digna de admiración y protección. Como amantes de las plantas, debemos esforzarnos por preservar y conservar esta maravillosa especie, asegurando su supervivencia para las generaciones futuras.
Preguntas frecuentes
1. ¿Dónde se encuentra la Araucaria araucana?
La Araucaria araucana se encuentra en el sur de Chile y el suroeste de Argentina. En Chile, se encuentra en los Andes entre los 37 y 40 grados de latitud sur, así como en la Cordillera de Nahuelbuta entre los 37 y 38 grados de latitud sur. En Argentina, se encuentra en los Andes entre los 38 y 39 grados de latitud sur.
2. ¿Por qué la Araucaria araucana está en peligro de extinción?
La Araucaria araucana está en peligro de extinción debido a su distribución limitada y severamente fragmentada, así como a la disminución en la calidad y extensión de su hábitat. También enfrenta presiones debido a la deforestación y a la fragmentación de su hábitat natural.
3. ¿Cuál es la importancia cultural de la Araucaria araucana?
La Araucaria araucana tiene una gran importancia cultural para la comunidad indígena Mapuche en Chile. Para ellos, la araucaria o pehuén tiene un significado religioso y económico. Los piñones de la araucaria son una fuente importante de alimento durante la temporada de cosecha y el invierno, y también se utilizan para la venta y el intercambio.
4. ¿Qué acciones se están tomando para proteger la Araucaria araucana?
La Araucaria araucana está protegida bajo el Apéndice I de CITES, lo que significa que su comercio está prohibido. También se están llevando a cabo esfuerzos de conservación para proteger su hábitat y promover la reforestación. Sin embargo, aún se requiere un mayor compromiso para garantizar la supervivencia a largo plazo de esta especie.
Conclusión
La Araucaria araucana es una especie fascinante y única que merece nuestra atención y protección. Su belleza, importancia cultural y vulnerabilidad nos instan a tomar medidas para preservarla y garantizar su supervivencia. Como amantes de las plantas y defensores del medio ambiente, es nuestra responsabilidad cuidar de esta especie emblemática y garantizar su lugar en nuestro mundo natural.