Hola queridos lectores,
Hoy quiero presentarles una planta que proviene de las costas de países asiáticos como Taiwán, Corea y, sobre todo, Japón. Esta planta rizomatosa destaca por su exuberancia, elegancia y esplendor en la forma de grandes hojas redondas de color verde oscuro. Estoy hablando de la Boina de Vasco.
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Una planta llena de encanto
La Boina de Vasco, cuyo nombre en latín proviene de las palabras «Far» que significa harina y «Fugio» que significa huir o desaparecer, alude al recubrimiento de cera que aparece en sus tallos y peciolos y que desaparece rápidamente. También se conoce con los nombres comunes de Capa de Reina y Pata Elegante, aunque su nombre más famoso es el de Boina de Vasco debido al parecido de sus hojas con esta prenda distintiva.
Hojas majestuosas y llamativas
La Boina de Vasco puede alcanzar más de 60 centímetros de altura, pero lo que más llama la atención son sus enormes y brillantes hojas que pueden llegar a tener 25 centímetros de diámetro. Sin embargo, sus flores, que aparecen en otoño, no reciben la misma atención.
Las hojas de esta planta nacen directamente desde el suelo, lo que nos indica que sus largos peciolos pueden llegar a medir hasta 50 centímetros de longitud. Además, en algunas ocasiones, los bordes de las hojas se curvan hacia adentro, lo que le añade un toque aún más interesante.
Perfecta para el jardín y más
En el mundo de la jardinería, la Boina de Vasco se utiliza como cobertura para suelos sombreados por arbustos o árboles más altos, ya que esta planta prefiere la sombra o semi-sombra. Puede formar grupos compactos o estar separada, ya que su crecimiento es mejor en horizontal que en vertical.
Esta planta encuentra su hábitat ideal en los jardines costeros, donde el ambiente marino le proporciona la humedad necesaria. En regiones del interior, es recomendable ubicarla cerca de estanques, balsas o lagunas sombreadas.
Impresionante en terrazas y patios
La Boina de Vasco es perfecta para terrazas o patios protegidos del sol y el viento, ya que puede cubrir espacios de una manera única. Su belleza ornamental se hace evidente en estas áreas, donde sus hojas adquieren un protagonismo absoluto.
Si deseas tenerla en contenedores o macetas, debes tener en cuenta que la Boina de Vasco crece rápidamente, por lo que necesitarás macetas de al menos 35/40 centímetros de diámetro.
Cuidados y mantenimiento
La Boina de Vasco necesita suelos bien drenados y mucha humedad. En verano, especialmente cuando las temperaturas son altas, se debe regar cada 2-3 días, sobre todo si están en macetas. En otoño e invierno, es suficiente dejar que la climatología proporcione el agua necesaria, mientras que en interiores bastará con regar cada 10 días.
No es muy exigente en cuanto a suelos, aunque prefiere un pH ligeramente ácido. Se desarrolla bien en suelos neutros o ligeramente alcalinos. Es recomendable añadir un poco de humus de lombriz cada primavera y, en el caso de las macetas, colocar un par de centímetros de fibra de coco en la capa superior del sustrato para mantener la humedad.
Protección y propagación
Aunque la Boina de Vasco tolera el sol en las primeras horas del día, es preferible protegerla, especialmente en pleno verano cuando el calor es intenso. De lo contrario, sus hojas pueden dañarse y quemarse con la luz directa prolongada.
En invierno, la planta puede soportar temperaturas de hasta 0°C, pero es mejor protegerla en caso de heladas fuertes y prolongadas.
Existen diferentes formas de propagar la Boina de Vasco, pero la más adecuada es separar los rizomas. Cada parte separada debe tener al menos 2-3 hojas, y durante las primeras semanas, es esencial garantizar una adecuada humedad para que las nuevas plantas se establezcan correctamente.
Consejos y curiosidades
- Para proteger a la Boina de Vasco de babosas y caracoles, es importante prestar especial atención cuando la tenemos en el jardín, ya que sus hojas son un manjar irresistible para ellos.
- Esta planta ha recuperado su prestigio perdido y solía ser muy común en los patios de casas señoriales, cuidada con esmero por nuestras abuelas y madres.
Espero que hayan disfrutado descubriendo la majestuosidad de la Boina de Vasco. ¡Recuerden, mucha tierra, agua y luz!