El humus de cáscara de arroz se ha convertido en un increíble fertilizante orgánico capaz de revolucionar la producción agrícola. Este producto, desarrollado por investigadores españoles y colombianos, ha sido probado y ha demostrado tener la sorprendente capacidad de duplicar la producción media de arroz. Además, durante el proceso de elaboración, se extrae silicio orgánico que puede utilizarse en la industria cosmética y farmacéutica, a la vez que se regenera la tierra de cultivo.
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Beneficios de la cáscara de arroz en el abono fermentado
La cáscara de arroz tiene múltiples beneficios cuando se utiliza como parte del abono fermentado. Mejora las características físicas del suelo y de los abonos orgánicos, permitiendo una mejor aireación, absorción de humedad y filtración de nutrientes. Además, promueve la actividad macro y microbiológica en la tierra y estimula el desarrollo uniforme y abundante del sistema radicular de las plantas. La cáscara de arroz es también una fuente rica en sílice, lo que brinda mayor resistencia a los vegetales contra insectos y microorganismos. Con el tiempo, se convierte en una fuente constante de humus. En su forma carbonizada, aporta principalmente fósforo y potasio, y ayuda a corregir la acidez del suelo.
Recomendaciones para el uso de la cáscara de arroz
La cáscara de arroz puede representar hasta un tercio del volumen total de los ingredientes en los abonos orgánicos. Es recomendable utilizarla para controlar los excesos de humedad durante la preparación de los abonos fermentados. Si no se dispone de cáscara de arroz, se puede sustituir por cáscara de café o pajas bien secas y trituradas. En algunos casos, también se pueden usar pedazos de madera en menor proporción, dependiendo del tipo de madera, ya que algunas pueden contener sustancias tóxicas que paralizan la actividad microbiológica de la fermentación del abono.
El impacto del humus de Bioarroz
El humus de cáscara de arroz desarrollado por Bioarroz ha logrado solucionar tres graves problemas de manera simultánea. En primer lugar, permite una producción eficiente de alimentos esenciales. Además, se recicla la cascarilla de arroz, un residuo altamente contaminante. Por último, se regeneran los suelos erosionados, mejorando su fertilidad y productividad.
Si nos basamos en los datos oficiales de la FAO, el arroz es el alimento más consumido en el mundo. Sin embargo, los bajos rendimientos de cultivo en países como África, donde se produce la mitad del arroz mundial con solo 2 toneladas por hectárea en comparación con la media mundial de 4.5 toneladas por hectárea, se deben en gran medida a la falta de acceso a fertilizantes debido a su elevado costo.
Si pudiéramos mejorar la fertilización, podríamos aumentar la producción de arroz por hectárea y reducir los costos de fertilizantes, lo que a su vez reduciría el precio del arroz.
En África, la cáscara de arroz carece de valor comercial y se ha convertido en un grave problema medioambiental. Bioarroz ha patentado un proceso innovador que utiliza lombrices rojas californianas para reciclar la cáscara de arroz y transformarla en humus sólido y líquido. Durante este proceso, se extraen silicio y calcio orgánicos.
El uso de este fertilizante orgánico duplica la producción de arroz por hectárea sin necesidad de utilizar productos químicos que contaminan el suelo. Además, se reduce el consumo de agua, ya que se requiere menos riego.
El humus de Bioarroz también es adecuado para la mayoría de los cultivos. ¡Descubre la diferencia al cultivar con este increíble fertilizante en el siguiente video!
Fuente: www.ecoinvetos.com, www.fundesyram.info, www.portalfruticola.com