Se acerca San Isidro y las calles de Madrid pronto empezarán a llenarse de coloridos mantones de manila, el aire se impregnará con el delicioso aroma de las rosquillas y los claveles, y el ritmo del chotis invadirá cada rincón. Para celebrar la fiesta de la capital, las madrileñas podrán sacar del armario el tradicional traje de chulapa, un atuendo cargado de significado y simbolismo.
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Los detalles del traje de chulapa
El traje de chulapa está compuesto por un vestido chiné, generalmente rojo o celeste, con mangas de farol. La falda del vestido es larga y ajustada en las caderas, pero con un amplio vuelo en los tobillos. Los zapatos que lo acompañan son negros y con un poco de tacón.
Además, el atuendo debe incluir un mantón de manila con flecos, que se lleva prendido de ambos brazos, y un pañuelo blanco. Este pañuelo se coloca en la cabeza, doblado en forma de pico hacia abajo, y debe llevar uno, dos o tres claveles, según la tradición.
Los claveles y su lenguaje simbólico
Los claveles tienen un lenguaje propio que se ha transmitido de generación en generación entre las madrileñas. Aunque no existe una versión oficial por escrito, su significado se ha mantenido vivo a través de las palabras y las historias compartidas.
- Dos claveles rojos: indica que una mujer está casada.
- Dos claveles blancos: señala que una mujer es soltera.
- Un clavel blanco y uno rojo: simboliza que una mujer está comprometida o tiene novio.
- Dos claveles rojos y uno blanco: representa a una mujer viuda.
- Un clavel rosa: indica que una mujer es joven o una niña.
El origen del traje de chulapa
El traje de chulapa tiene sus raíces en los siglos XVIII y XIX, una época en la que se forjó la identidad de los madrileños. Según la Asociación Madrid Eterno, esta prenda simboliza el orgullo del pueblo llano por su condición social, elevándola a la categoría de casta popular.
Los chulapos y las chulapas eran los habitantes del histórico barrio de Malasaña, personas pertenecientes a las clases populares de Madrid que también eran conocidos como «chulos». Se caracterizaban por su elegancia y porte altivo en su forma de vestir y comportarse.
El surgimiento del traje de chulapa fue una forma de reivindicar la posición de la clase popular frente a la aristocracia madrileña. Las chulapas eran mujeres que trabajaban en distintos oficios, como modistas, fruteras, floristas, cigarreras o lavanderas, y se ganaban la vida en las Cavas de Madrid.
Chulapas, chulas y guapas
La chulería de las chulapas es parte esencial de su imagen. Su actitud altanera y chulesca es tan característica como los propios claveles. Además, este traje ha dado lugar a un vocabulario propio del que surgieron expresiones populares que han perdurado en el tiempo. Un ejemplo es la famosa frase «ser más chulo que un ocho».
Esta expresión hace alusión al tranvía que solía recorrer la ruta desde la Puerta del Sol hasta San Antonio de la Florida. Durante las verbenas, el tranvía iba cargado de chulapos que acudían a las fiestas, de ahí la popularidad de la expresión.
Vestir de chulapa en la actualidad
Hoy en día, las madrileñas lucen este traje típico en las fiestas y verbenas populares de la ciudad, como San Isidro (15 de mayo), San Antonio de la Florida (13 de junio), San Cayetano (7 de agosto), San Lorenzo (10 de agosto) y La Paloma (15 de agosto).
Durante estas fechas, la capital se llena de alegría con los coloridos mantones de manila, los claveles, el aroma de las rosquillas y los contagiosos sonidos de los chotis. Las festividades ofrecen una variedad de actividades culturales para disfrutar, como espectáculos, verbenas, romerías y conciertos.
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