¡La primavera está a la vuelta de la esquina y todos ansiamos disfrutar de nuestros hermosos geranios y gitanillas! Estas plantas nos brindan una explosión de colores y la posibilidad de disfrutarlas año tras año. Sin embargo, cada temporada nos enfrentamos a la temida mariposa del geranio, también conocida como el taladro del geranio. En este artículo, te proporcionaremos información clave sobre el origen de esta plaga, su comportamiento y las soluciones para proteger nuestros queridos geranios. ¡Comencemos!
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¿Cómo llegó la mariposa del geranio a España?
A finales de los años 80, la mariposa del geranio (cacyreus marshalli) encontró su hogar en España. Se cree que llegó desde Sudáfrica a través de la isla de Mallorca, donde se registraron los primeros casos. Esta invasión es una prueba de las consecuencias de introducir especies no autóctonas en un ecosistema sin depredadores naturales. La mariposa pudo haber llegado como adulta, huevo, oruga o crisálida, cualquiera de sus estadios es suficiente para viajar en un geranio. La combinación de un clima cálido durante la mitad del año en la mayoría de la península y la falta de depredadores naturales en nuestro país hizo de España un lugar ideal para estos lepidópteros.
Las gitanillas, o geranios hiedras, tampoco se libran de los ataques de estas mariposas.
El ciclo de vida de la mariposa del geranio
La mariposa del geranio requiere temperaturas cálidas, alrededor de 20°C, para completar su ciclo de vida. Durante la primavera y hasta los primeros fríos, podemos encontrarnos con hasta 5 o 6 generaciones de mariposas del geranio por temporada. Esto significa que la amenaza estará presente durante varios meses, por lo que eliminar un primer ataque no garantiza que nuestros geranios no vuelvan a ser atacados.
El ciclo de vida de esta plaga consta de cuatro fases: huevo, oruga, crisálida y mariposa. Los adultos depositan los huevos, que al eclosionar se convierten en orugas y se alimentan de las partes más blandas de la planta, como las hojas. A medida que crecen, las orugas comienzan a perforar los tallos y crean galerías en su interior, de ahí su nombre de taladro del geranio o pelargonium. Las orugas, inicialmente verdes con dos franjas rojizas o tonos marrones, se vuelven más oscuras a medida que se alimentan y se acercan a su siguiente fase.
Después de alimentarse, las orugas se convierten en crisálidas antes de emerger como mariposas adultas.
Daños causados por la plaga en geranios
La presencia de la mariposa del geranio provoca un aspecto general deteriorado en la planta, con flores dañadas, capullos perforados, hojas mordisqueadas y agujeros en los tallos. Sin embargo, los daños no se limitan a lo estético, ya que el ataque de estos insectos debilita e incluso puede matar al geranio, facilitando la entrada de otras plagas y hongos.
Las galerías creadas por las orugas se convierten en puertas de entrada para hongos y bacterias.
Soluciones para combatir la mariposa del geranio
La efectividad de las soluciones dependerá del grado de daño causado por la mariposa del geranio. Si las orugas han excavado en el tallo central de la planta, es poco probable que se puedan salvar. En ese caso, lo recomendable es deshacerse del geranio y adquirir uno nuevo al que se le aplique un tratamiento fitosanitario preventivo desde el principio. El insecticida más efectivo es el que contiene cipermetrina al 10%, un piretroide que actúa por contacto e ingestión en dosis bajas.
Observa cómo la oruga se ennegrece después del tratamiento con cipermetrina dentro de las galerías que forma en los tallos de los geranios.
Existen diversos productos fitosanitarios en el mercado que pueden ayudarnos a combatir la mariposa del geranio. Algunas opciones incluyen insecticidas en ampollas para diluir en agua, insecticidas en mochila o pulverizador, y productos preparados en pistolas pulverizadoras. El tipo de tratamiento dependerá de si se aplica de manera preventiva o curativa, lo que marcará la frecuencia de las fumigaciones foliares. En un calendario preventivo, se recomienda una aplicación cada 15-20 días, mientras que en el caso de tratamientos curativos, se sugiere fumigar cada 7 días.
En conclusión, la mariposa del geranio es un visitante indeseado que puede ser difícil de eliminar si no estamos atentos. Es fundamental respetar un calendario de fumigaciones riguroso para proteger nuestros geranios y disfrutar de su belleza durante toda la temporada.
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