La agricultura es una actividad que ha estado presente en nuestras vidas desde tiempos inmemoriales. Entre los diversos cultivos que podemos encontrar, el crisantemo destaca por su belleza y diversidad. En esta primera parte de nuestro artículo, exploraremos algunos aspectos interesantes sobre el cultivo de esta maravillosa flor.
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Origen y diversidad
El crisantemo tiene una historia fascinante que se remonta a más de dos mil años en China, donde inicialmente se utilizaba con fines ornamentales. Más tarde, su cultivo se extendió a Japón, donde la flor adquirió un significado religioso y se convirtió en un símbolo de una vida larga. En Europa, fue introducido en el siglo XVIII a través de Francia y en España, su cultivo se inició en el siglo XIX. Actualmente, los crisantemos que cultivamos son híbridos complejos y la mayoría de las especies de las que se derivan son originarias de China, como el Chrysanthemum indicum, Chrysanthemum morifolium y Chrysanthemum x hortorum. De hecho, el crisantemo en maceta es conocido como Dedranthema.
Taxonomía y morfología
El género Chrysanthemum pertenece a la familia Asteraceae y abarca algunas de las flores cultivadas más antiguas. Estas flores tienen hojas lobuladas o dentadas, de colores que van desde el verde claro hasta el oscuro, y a menudo son aromáticas. Aunque comúnmente se les llama flores, en realidad son inflorescencias en forma de capítulos. Estos capítulos pueden presentar diferentes formas, como las sencillas, las anémonas, las recurvadas, las reflejas, entre otras, cada una con sus propias características distintivas. Además, los crisantemos se clasifican según su respuesta fisiológica a la temperatura y la longitud del día.
Importancia económica y distribución geográfica
El cultivo del crisantemo tiene una gran importancia económica en todo el mundo. Países como los Países Bajos, Gran Bretaña, Francia, Colombia, Estados Unidos, Canadá y Japón son líderes en su producción. El mercado de los crisantemos cortados es especialmente destacado en las subastas holandesas de flores, siendo el color blanco el más vendido, seguido del amarillo y el violeta. Además, el cultivo del crisantemo ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, gracias a la diversificación de formas y colores, lo que ha permitido su comercialización durante todo el año.
Multiplicación
La propagación del crisantemo se realiza principalmente mediante esquejes terminales, que se obtienen de plantas madre seleccionadas por su calidad y vigor. Estos esquejes se pueden colocar directamente en un medio para enraizar o almacenarse a bajas temperaturas durante un período de tiempo determinado. También es posible utilizar estacas obtenidas de brotes laterales de las plantas madre. Una vez enraizados, los esquejes se trasplantan a bandejas de propagación, donde se fomenta el desarrollo de raíces fuertes y saludables. El enraizamiento se realiza en invernaderos, con la iluminación adecuada y una temperatura controlada.
Particularidades del cultivo
El cultivo del crisantemo presenta ciertas particularidades que deben tenerse en cuenta. La duración del día y la iluminación juegan un papel fundamental en el desarrollo y la floración de la planta. Además, la preparación del suelo, el riego y la fertilización son aspectos clave para asegurar un crecimiento óptimo. También es importante mencionar el uso de reguladores de crecimiento para controlar la altura y la formación de flores.
En la próxima entrega de nuestro artículo, exploraremos aspectos relacionados con las plagas, enfermedades y la postcosecha del crisantemo. ¡No te lo pierdas!
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