¡Bienvenidos a un nuevo artículo de Una Planta! En esta ocasión, nos adentraremos en el fascinante mundo del gladiolo, una planta de la familia de las Iridáceas que puede cultivarse tanto en el suelo como en macetas. Acompáñame en esta pequeña clase teórica donde te explicaré los factores importantes a considerar antes de plantar tus bulbos y también el mantenimiento posterior a la plantación.
Contents
¿Qué es un cormo y cómo funciona?
El gladiolo se caracteriza por tener un órgano de reserva llamado cormo, que es la base del tallo engrosada y especializada en acumular reservas para florecer y crecer durante las primeras fases de desarrollo. Aunque técnicamente no se considera un bulbo, en jardinería solemos clasificar al gladiolo como planta bulbosa debido a su forma de cultivo. Es importante respetar la túnica, una capa fibrosa que protege al cormo de posibles enfermedades y patógenos.
Selección y cuidado de los gladiolos
Existen numerosas especies de gladiolo, pero en jardinería solemos cultivar híbridos. Estos híbridos son los que encontrarás con mayor frecuencia en los centros de jardinería. En cuanto a su cuidado, es importante destacar que no es necesario abonar los gladiolos hasta después de la floración. Durante este periodo, es recomendable regar regularmente para asegurar un crecimiento saludable.
Plantación de los gladiolos
La plantación de los gladiolos se realiza entre los meses de marzo y abril, aunque esto pue de variar según la región. Es posible hacer una plantación escalonada, comenzando a plantar a finales de febrero y continuando hasta mayo para obtener flores
Es crucial respetar una profundidad de plantación óptima para asegurar el correcto desarrollo de las raíces y el nuevo cormo. Además, es importante tener en cuenta la exposición al sol, ya que los gladiolos requieren pleno sol para crecer y florecer adecuadamente.
Mantenimiento posterior a la plantación
Después de la floración, se recomienda cortar la vara floral y permitir que la vegetación amarillee y se seque. Durante este periodo, que suele durar entre dos y tres meses, es importante abonar cada quince días para acumular la mayor cantidad de reservas posibles en el nuevo cormo.
Es recomendable conservar los gladiolos en un lugar fresco y seco durante el invierno, aunque son plantas rústicas que toleran bajas temperaturas. Si los cultivas en macetas, es necesario revisarlos anualmente para prevenir problemas de acumulación de agua y podredumbre.
En el próximo artículo, te enseñaré cómo preparar el terreno adecuadamente y cómo plantar los gladiolos de manera correcta tanto en suelo como en macetas. No te lo pierdas, ¡nos vemos pronto en Una Planta!