De pequeños, soñamos con ser mayores, pero a medida que envejecemos, a veces nos avergonzamos cuando nos dicen que parecemos más jóvenes. Al contrario que otros organismos en el mundo, a los humanos nos gusta contar los años y sumarlos a lo que denominamos «edad». Pero ¿qué pasaría si te dijera que tu edad verdadera no coincide con la que aparece en tu documento de identidad? Incluso más, ¿y si te dijera que no todos los tejidos de tu cuerpo tienen la misma edad?
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La Diferencia Entre Edad Física y Edad Real
El tiempo avanza, eso es un hecho. El tiempo avanza igual para nuestras moléculas que para los objetos cotidianos. Desde su creación hasta su desaparición, ese tiempo se llama «edad cronológica» y es un concepto puramente físico.
Sin embargo, sabemos que el tiempo no afecta a todos los humanos de la misma manera. Algunos envejecen más rápido que otros, mostrando arrugas antes o desarrollando enfermedades asociadas al envejecimiento en momentos diferentes. Aquí es donde entra en juego la «edad biológica». Esta medida no se trata del tiempo que ha pasado desde nuestro nacimiento, sino de cómo hemos envejecido molecularmente en comparación con un estándar. La edad biológica depende de factores genéticos y ambientales.
Edades Diferentes en un Mismo Cuerpo
Ahora que sabes que tu edad funcional no siempre coincide con tu edad cronológica, te contaré otro aspecto interesante: la edad biológica de cada parte de tu organismo es diferente. Sí, tu cerebro puede ser más joven que tu pierna derecha o tu hígado.
Cada persona envejece de manera única, y de la misma manera, diferentes órganos con funciones y expresiones genéticas distintas pueden envejecer de forma divergente.
Importancia de Conocer la Edad Biológica
La edad biológica representa la edad funcional de cada célula en un organismo. Conocer este factor es crucial para prevenir enfermedades asociadas al envejecimiento, como demencias, Alzheimer o diabetes. Al determinar la edad biológica, podemos evaluar el grado de susceptibilidad a estas enfermedades y recomendar hábitos que puedan frenar el envejecimiento de alguna manera.
Otra aplicación importante es el uso de la edad biológica para estimar la edad cronológica o el estado de salud de una persona en el campo de la genética forense. Los diferentes métodos para estimar la edad biológica pueden ayudar a identificar el origen de las muestras biológicas encontradas en una escena de crimen.
Cómo Calcular la Edad Biológica
En los últimos años, se han desarrollado diferentes métodos para estimar la edad biológica de una muestra. Uno de los biomarcadores más conocidos es la longitud de los telómeros, estructuras en los extremos de nuestros cromosomas que se acortan más o menos rápidamente durante el envejecimiento.
Otros biomarcadores utilizados incluyen la metilación y la expresión de ciertos genes asociados al envejecimiento. Estos biomarcadores han permitido establecer un perfil epigenético para determinar la edad biológica de diferentes tejidos en comparación con un estándar.
Cada método para estimar la edad biológica tiene sus ventajas y desventajas, por lo que todavía se necesita investigar nuevos biomarcadores que ayuden a estimar de manera más precisa la edad funcional de nuestros tejidos. A pesar de esto, la estimación de la edad biológica sigue siendo un método interesante para la investigación, prevención y monitoreo de enfermedades asociadas al envejecimiento.
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