La Semana Santa se acerca y, como cada año, los claveles se convierten en una flor imprescindible para adornar los pasos. Su color rojo simboliza la pasión y se relaciona con el sufrimiento y el calvario de Jesucristo, además de aportar una gran vistosidad. En Andalucía, es raro encontrar una hermandad que no decore sus imágenes e iglesias con claveles durante esta época del año. Sin embargo, el precio de los claveles ha subido más del 35% en comparación con el año pasado. No obstante, es importante destacar que todos los tipos de flores cortadas también han experimentado un notable aumento en su costo. Esto se debe a que se produce menos y se importa mucho más, principalmente de países como Colombia, Turquía e incluso Kenia.
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La escasez de producción y las dificultades durante la pandemia
¿Cuáles son los factores que han llevado a esta situación? El más influyente es, sin duda, la reducida producción de claveles. José Luis García, responsable de la empresa Flores de Lebrija, explica que muchas hermandades no salieron a las calles durante el período de confinamiento y las tradicionales fiestas de primavera y verano también se cancelaron, lo que llevó a la ruina a muchos productores. En la actualidad, prácticamente no quedan productores de claveles.
El cultivo de claveles es laborioso y requiere de una gran inversión y mano de obra. A diferencia de otras flores, como las margaritas, que permiten cierta mecanización y ahorro de costes, el cultivo de claveles sigue siendo muy manual. Se estima que desde el año 2020, las explotaciones dedicadas al clavel se han reducido a la mitad. Todo esto ha provocado un crecimiento casi exponencial de las importaciones, especialmente de Colombia, aunque también se importan de Turquía y Kenia. Aunque en regiones como Murcia y Galicia también se produce este tipo de flor, en la actualidad no hay suficiente clavel para cubrir la demanda de la Semana Santa. No obstante, es importante destacar que la mayoría de las personas que se dedican profesionalmente a vestir los pasos de Semana Santa ya compraron los claveles con anticipación.
El aumento de los precios y los desafíos de la producción
Como resultado de esta escasez, el precio de los claveles en las floristerías ha aumentado un 35%, superando incluso el precio alcanzado durante la festividad de Todos los Santos. Por ejemplo, esta semana, una docena de claveles se vende por 8 euros en la capital hispalense. Sin embargo, este precio puede variar rápidamente, ya que las flores son productos perecederos. A pesar de este aumento, es necesario señalar que aquellos que necesitan claveles para la Semana Santa ya los tienen en su poder, ya que los compraron con antelación.
El aumento en los costes de producción y la sequía han traído varios desafíos para los productores de claveles. Cada vez menos agricultores se dedican a la flor cortada debido a los altos costes asociados y a la falta de mano de obra. Además, el sistema de comercialización de las flores cortadas deja mucho que desear, ya que los productores las dejan en consignación a terceros, quienes pueden reducir su precio fácilmente. Esto deja a los agricultores en una situación de vulnerabilidad. A pesar de los altos precios, este año se están vendiendo muchas flores, aunque siempre hay que tener en cuenta que su valor disminuye rápidamente.
Perspectivas futuras y desafíos adicionales
Uno de los problemas adicionales a los que se enfrenta la industria de los claveles es la falta de relevo generacional. Muchos jóvenes no ven claro el futuro en este sector y optan por abandonarlo. Levantar un negocio después de un período tan duro como la pandemia es costoso y no todas las ayudas brindadas por el gobierno han sido suficientes. Sin embargo, el mayor problema al que se enfrentan los productores es la sequía, que amenaza con poner en peligro la supervivencia de sus cultivos en el próximo año debido a la falta de agua. Es una situación preocupante, ya que no hay expectativas de lluvia a corto plazo.
En la última campaña, el 56% de la superficie utilizada para el cultivo de flores cortadas se encontraba en Cádiz, seguido de Sevilla y Huelva, con el 17% y el 11% respectivamente. El resto de provincias andaluzas representan menos del 6% cada una. Durante la campaña 2021/2022, la producción de flores cortadas disminuyó en un 10%. En los últimos años, la producción de claveles ha sufrido un descenso del 96%, siendo la campaña 2019/2020 la más afectada debido al Covid-19. En 2020, el valor de la producción de claveles se redujo a 58 millones de euros, en comparación con los 133 millones de euros en 2019. Durante el año 2021, este valor ascendió a 131 millones de euros. Los datos oficiales señalan que el precio del clavel en origen ha aumentado un 19% en comparación con el año 2020, llegando a los 14,4 euros por cada 100 unidades, y el año pasado aumentó otro 14%, alcanzando los 16,5 euros. En Andalucía, el 79% de la superficie dedicada al cultivo de claveles se encuentra en la provincia de Cádiz, seguida de Sevilla con el 17%. Almería, Córdoba y Málaga representan menos del 2% de la superficie total de cultivo de claveles en cada provincia.
En conclusión, el aumento en el precio de los claveles se debe a la reducción de la producción y al aumento de las importaciones. La falta de mano de obra, los altos costes de producción y la sequía son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los productores. A pesar de estos obstáculos, la demanda de claveles sigue siendo alta durante la Semana Santa, lo que ha llevado a un aumento récord en las ventas. Sin embargo, es necesario planificar la plantación de claveles de manera estratégica para asegurar una producción adecuada y precios equilibrados. A pesar de los desafíos actuales, el clavel seguirá siendo una flor indispensable en las celebraciones de la Semana Santa en Andalucía y en otras regiones de España.
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