¡Bienvenido! Hoy vamos a adentrarnos en el apasionante mundo de la geometría sagrada para explorar uno de sus arquetipos más emblemáticos: la Flor de la Vida. Desde la morada de un caracol hasta el movimiento de los planetas, la naturaleza sigue patrones geométricos que han sido reconocidos a lo largo de la historia. Y la Flor de la Vida es uno de ellos. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
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La maravillosa simetría de la Flor de la Vida
La Flor de la Vida está compuesta por 19 círculos del mismo tamaño, que dan origen a 36 arcos formando un hermoso hexágono dentro de un círculo mayor. Pero esta figura sagrada no está sola, ya que contiene otros dos símbolos igualmente poderosos: la Semilla de la Vida y el Huevo de la Vida. Además, a partir de ella se derivan otras dos formas emblemáticas: el Fruto de la Vida y el Cubo de Metatrón. ¿No es fascinante?
La representación universal
Según el renombrado experto en geometría sagrada, Drunvalo Melchizedek, la Flor de la Vida existe en lo más profundo de nuestra conciencia. Este fenómeno se evidencia en las antiguas civilizaciones mesoamericanas, donde se encuentran representaciones de la Flor de la Vida en todos aquellos lugares que albergaron indicios de conciencia hace milenios. Su nombre no es casualidad, ya que su estructura se asemeja a una hermosa flor. Pero su significado va más allá: representa el ciclo de vida de un árbol frutal y su metamorfosis en cinco etapas: del árbol a la flor, de la flor a la fruta, de la fruta a la semilla y de la semilla de nuevo al árbol. ¡La naturaleza nos muestra que todo es un constante ciclo circular! La Flor de la Vida simboliza el origen de todas las cosas y la conexión indivisible entre ellas. Su patrón forma una red que une todos los niveles del universo, representando la unidad con el todo, una idea planteada en diversas corrientes filosóficas a lo largo de la historia. Podemos considerarla como la imagen sagrada de la unidad cósmica, la matriz de donde todo nace y a donde todo regresa. Según Melchizedek, este símbolo sagrado contiene en sus proporciones cada fórmula matemática, cada ley de la física, cada armonía musical y hasta la complejidad de la vida biológica, incluyendo tu propio cuerpo. Contiene cada átomo, cada dimensión y todo lo que existe en universos de ondas.
Meditar con la Flor de la Vida
Cuando meditamos enfocándonos en la Flor de la Vida, nos conectamos con la unidad del cosmos y la interconexión entre todos los seres. Los mandalas son representaciones simplificadas y decoradas de la Flor de la Vida, y a través de ellos podemos embarcarnos en un hermoso viaje de meditación para expandir nuestra conciencia. ¿Te gustaría incorporar la Flor de la Vida en tu práctica de yoga? En Una Planta, tenemos el Zafu Rondo Eco y la esterilla Phoenix con diseños inspirados en este símbolo sagrado.
No te pierdas nuestro próximo post, donde exploraremos el fascinante significado del Cubo de Metatrón. ¡Te esperamos!
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