Los helechos arborescentes, con su exuberancia y frondas de un verde brillante, han cautivado a exploradores y paisajistas a lo largo de la historia. Estas fascinantes plantas aportan un toque de elegancia y misterio a cualquier entorno. Acompáñame en este viaje para descubrir el encanto oculto bajo el parasol de los helechos arborescentes.
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El renacer de los helechos arborescentes
En su travesía alrededor del mundo, Charles Darwin, padre de la Teoría de la Evolución, quedó maravillado ante la majestuosidad de los helechos arborescentes. Estas plantas exóticas se volvieron una auténtica obsesión en la Inglaterra victoriana, llenando el país de colecciones botánicas y jardines exuberantes. En la actualidad, el paisajista Tom Stuart-Smith ha revivido la fascinación por estos helechos con un jardín prehistórico en Londres. Ubicado en el pequeño patio de The Keeper’s House en la Royal Academy, este peculiar jardín es un desafío cautivador para los sentidos.
Un pedazo de historia en tu jardín
Los helechos arborescentes son auténticas reliquias del pasado, que datan de hace 300 millones de años. Estas plantas se agrupan en dos familias principales: Dicksoniaceae y Cyatheaceae. Con más de 500 especies en su mayoría originarias del Hemisferio Sur, los helechos arborescentes encuentran su hogar en climas subtropicales y zonas boscosas con buena pluviosidad y humedad. Su característica principal es el desarrollo de un «tronco» conocido como estipe, del cual emergen las frondas. Algunas especies pueden alcanzar hasta seis metros de largo.
Belleza en crecimiento
El helecho arborescente más conocido y cultivado es la Dicksonia antarctica, seguida de cerca por la Dicksonia fibrosa. Estas plantas tienen un crecimiento lento (aproximadamente 2,5 centímetros por año) y son fáciles de trasplantar si se respeta la corona. Por otro lado, las cyatheas crecen rápidamente, desarrollando estipes largos en poco tiempo. Sin embargo, su tronco no permite el corte limpio y trasplante como las dicksonias. En España, la producción de estas especies se centra principalmente en Galicia, donde se encuentran ejemplares espectaculares cultivados a partir de esporas.
La magia de los jardines de helechos arborescentes
Aunque son pocos, los jardines públicos dedicados a los helechos arborescentes son auténticos paraísos botánicos en todo el mundo. En Portugal, podemos disfrutar de hermosos bosques de helechos en lugares como la Quinta da Regaleira y el Palacio de Monserrate en Sintra. En el Reino Unido, los jardines de Tresco Abbey Gardens y The Lost Gardens of Heligan son una visita obligada. Y, por supuesto, los Kew Gardens en Londres albergan ejemplares impresionantes. En España, aún queda mucho por descubrir en cuanto a jardines de helechos arborescentes, pero destacan lugares como el Castillo de Soutomaior en Pontevedra y el Jardín Botánico de Gijón.
Un oasis verde en la sierra de Madrid
Uno de los jardines más sorprendentes dedicados a los helechos arborescentes se encuentra en El Escorial, en plena sierra madrileña. Este jardín busca recrear un ambiente de bosque primigenio, un paraíso tropical prehistórico. Aquí, las dicksonias y cyatheas reinan junto a palmeras, bananos, alocasias y hermosas orquídeas y bromelias durante los meses cálidos. A pesar de las condiciones extremas, con temperaturas que oscilan entre los -7°C y los 36°C, este jardín sobrevive gracias a cuidados riegos y a la creación de un suelo orgánico especial. La selección de las especies cultivadas es clave para el éxito de este oasis verde.
Sumérgete en el mundo de los helechos arborescentes
Los helechos arborescentes son un verdadero tesoro de la naturaleza. Su historia milenaria y su belleza cautivadora los convierten en elementos indispensables en cualquier jardín. Si deseas descubrir más sobre estas fascinantes plantas, te invitamos a visitar Una Planta, donde encontrarás información detallada y consejos prácticos para cultivar y disfrutar de los helechos arborescentes en todo su esplendor.
No pierdas la oportunidad de sumergirte en el mundo mágico de los helechos arborescentes y crear tu propio paraíso natural lleno de exuberancia y serenidad.
¡Deja que los helechos arborescentes te transporten a un mundo perdido lleno de fascinación y encanto!