Los estudios científicos han demostrado que la lavanda es un aliado para reducir la ansiedad en los seres humanos. Pero, ¿qué pasa con nuestros queridos gatitos? Desafortunadamente, la lavanda es tóxica para ellos. Aunque esta hermosa planta con sus brillantes flores púrpuras representa una especie de paraíso floral en el sur de Francia, es crucial tener en cuenta la seguridad de nuestros felinos, especialmente en forma de aceite esencial. Esto es lo que debes saber sobre la lavanda doméstica si tienes un gato viviendo contigo.
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¿Cuál es la forma más peligrosa de lavanda para tu gato?
Es probable que los humanos tengan más de una presentación de lavanda en casa, pero algunas formas son más peligrosas que otras para nuestros gatitos. De hecho, el aceite esencial de lavanda puede ser aún más perjudicial que la planta en sí. Los aceites esenciales se vaporizan fácilmente, por eso nos gusta utilizarlos en difusores, pero esto también significa que se absorben rápidamente si se ingieren o se aplican en la piel. Esta rápida absorción también se aplica a los animales, incluidos los gatos. Sin embargo, a diferencia de los humanos, los gatos carecen de una enzima en su hígado que les permita metabolizar el aceite esencial. El hígado desintoxica el cuerpo, y cuando se enfrenta a una sustancia que no puede procesar, todo se descontrola.
La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales informa que la lavanda común (Lavandula angustifolia) contiene sustancias tóxicas para los gatos, como el linoleno y el acetato de linalilo, que también se encuentran en otras flores, como la bergamota.
Básicamente, cualquier forma de lavanda puede enfermar a tu gato. Afortunadamente, en la mayoría de los casos no es mortal y puede tratarse eficazmente. Los síntomas de intoxicación por lavanda son los que esperarías de cualquier tipo de toxina: vómitos, letargo, diarrea y falta de apetito.
Además de estos síntomas externos, los gatos pueden experimentar mareos, náuseas, frecuencia cardíaca baja o dificultad para respirar. Sin embargo, a menudo es difícil detectar cuando un gato está experimentando estos síntomas, ya que les gusta ocultar su angustia interna. Busca signos de babeo o lamido excesivo alrededor de sus labios, lo que puede indicar que está a punto de vomitar o que siente náuseas. Si notas que tu gato presenta una respiración o un ritmo cardíaco irregulares mientras lo tienes en brazos, es posible que tenga problemas pulmonares. Observa si su pecho y su estómago se mueven rápidamente al respirar. Por último, estornudar mucho o tener sibilancias pueden ser indicios de una intoxicación por lavanda.
Causas de la intoxicación por lavanda
Obviamente, si tu gato come lavanda, puede enfermar. Por eso, te recomendamos que no dejes ramitas de lavanda al alcance de tu mascota. También es importante tener en cuenta que los gatos pueden enfermar al lamer las varillas de los difusores de aceite esencial de lavanda o al lamerse las patas si han entrado en contacto con aceite esencial. Los difusores electrónicos de aromaterapia y los humidificadores son complicados, ya que, aunque la concentración de lavanda que expulsan es baja, pueden causar molestias o irritación en las vías respiratorias de tu gato, dependiendo de la cercanía al aparato. Además, si las gotas del difusor caen sobre tu gato y este comienza a lamerse, puede ingerir accidentalmente el aceite de lavanda. Por lo tanto, es más seguro evitar el uso de aceite esencial de lavanda en estos difusores si tienes un gato. Asegúrate de utilizar aceites esenciales de hierbas que no sean tóxicos para los felinos. Y recuerda, no coloques el difusor directamente a su lado ni a su alcance.
Cómo tratar la intoxicación por lavanda
El tratamiento para un gato que ha sufrido una intoxicación por lavanda depende de la cantidad que haya ingerido o absorbido, así como de los síntomas que presente. Si tu gato ha entrado en contacto con aceite esencial de lavanda, puedes bañarlo suavemente con agua tibia y champú para gatos. Presta atención a cualquier cambio en su comportamiento. Si notas estornudos o temblores, asegúrate de no exponer al gatito a más lavanda. En general, una irritación leve puede resolverse al separar a la lavanda y al gato permanentemente.
Si tu gato ha lamido una gran cantidad de aceite esencial de lavanda o ha mordido muchas ramitas, lo mejor es que contactes de inmediato al Centro de Control de Intoxicaciones para Animales o a tu veterinario. No induzcas el vómito ni administres medicamentos sin antes hablar con un profesional. En casos extremos, es posible que debas forzar el vómito de tu gato con medicamentos, pero es importante no tomar decisiones apresuradas.
Otras plantas que debes evitar
Además de la lavanda, existen otras plantas que son tóxicas para los gatos, como el aceite de árbol de té, el aloe, la manzanilla, el aceite de canela, el cebollino, el aceite de pino, el aceite de menta, el aceite de cítricos, el eucalipto y la hierba de San Juan. No es necesario que evites todas las flores por completo, solo algunas de ellas.
¿La lavanda mata las pulgas?
El aceite esencial de lavanda fina, conocido por sus propiedades relajantes, puede ser útil para mantener alejadas a las pulgas gracias a su aroma concentrado. La lavanda verdadera funciona de manera diferente contra las pulgas, ya que su olor tiene un efecto repulsivo sobre estos insectos. Además, el alcohol monoterpénico presente en el aceite esencial de lavanda, llamado linalol, potencia los efectos antiparasitarios del árbol del té. La lavanda es un potente repelente de pulgas, ya que estos pequeños insectos odian su olor. También puedes utilizar agua de lavanda en el cepillo de tu gato para frotar todo su pelaje, prestando especial atención al cuello.
Recuerda, siempre debes priorizar el bienestar y la salud de tu gato. La lavanda puede ser una planta hermosa, pero es importante tomar precauciones para evitar cualquier problema de salud en nuestros peludos amigos.
¡Protege a tu gato y disfruta de tu hogar de manera segura y armoniosa!
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