La Historia Apasionante del Santuario de Nuestra Señora del Acebo

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¿Alguna vez te has preguntado sobre la fascinante historia del Santuario de Nuestra Señora del Acebo? Prepárate para descubrir el relato mágico de este lugar lleno de fervor religioso y protección ambiental. ¡Te sorprenderás!

El Origen del Nombre y la Devoción Creciente

Según una leyenda transmitida por los pastores de la zona, el nombre del santuario proviene del acebo donde la Virgen se habría aparecido. Sin embargo, la historia cuenta que el nombre deriva de la sierra de los Acebales. La advocación original del santuario era la de Nuestra Señora de las Virtudes, pero a partir de 1575, los milagros que ocurrieron allí lo convirtieron en uno de los santuarios marianos más venerados de Asturias.

Los Inicios de la Ermita y los Primeros Milagros

Desde tiempos antiguos, existía una pequeña ermita en la cima del monte del Acebo. Aunque no se sabe mucho sobre su fundación, sabemos que era una construcción sencilla, cubierta de madera y albergaba la imagen de Nuestra Señora. Fue en este lugar donde ocurrieron los primeros milagros, sanando enfermedades sin remedio humano y concediendo el don de la fertilidad a mujeres estériles. La devoción creció, y la ermita original se quedó pequeña para recibir a los nuevos devotos que acudían en busca de milagros.

La Construcción del Nuevo Santuario

En 1590 se terminó de construir el nuevo santuario, en el mismo lugar que ocupaba la antigua ermita. La construcción fue considerada un prodigio, ya que los materiales necesarios aparecían misteriosamente en la cima de la montaña. A lo largo del tiempo, el santuario fue mejorado y embellecido, convirtiéndose en un templo de gran valor arquitectónico. Su diseño de nave única, tribuna, crucero y capillas laterales sigue el estilo clasicista de la época.

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El Patronato y la Devoción Perpetua

El obispo de Oviedo ejercía el patronato del santuario, aunque hubo disputas con el monasterio de Corias por su administración. Sin embargo, una sentencia en 1613 declaró al obispo como único patrono del santuario. Junto a él, el mayordomo y el capellán se encargaban de organizar el culto y mantenerlo en buen estado. La devoción hacia la Virgen creció, y el santuario se enriqueció con la donación de joyas y objetos preciosos.

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Renovaciones y Desafíos

A lo largo de los siglos, el santuario ha sufrido diversas renovaciones y desafíos. En el siglo XVIII, se realizaron obras de mantenimiento y reformas en el presbiterio. En el XIX, la economía del santuario se debilitó considerablemente, y solo se mantenía gracias a las limosnas. En el XX, se perdieron importantes elementos del patrimonio, como el pórtico de la ermita y el fresco del arco de triunfo, que constituía una de las pinturas murales más destacadas del barroco asturiano.

La Devoción y la Herencia Cultural

A pesar de los desafíos, la devoción hacia la Virgen del Acebo sigue viva hasta el día de hoy. Cada año, el 8 de septiembre, se celebra la festividad de la Virgen, con misas, procesiones y ofrendas. El santuario es un lugar de profundo significado para los habitantes de la zona y ha dejado una huella indeleble en la historia y la cultura de Asturias.

Esta es solo una breve mirada a la apasionante historia del Santuario de Nuestra Señora del Acebo. Te invito a visitarlo y sumergirte en su atmósfera mística. Si deseas obtener más información sobre este lugar especial, te recomiendo visitar Una Planta, donde encontrarás detalles fascinantes sobre su historia y devoción. ¡No te lo pierdas!

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