¿Eres padre o madre de plantas?

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La crianza de plantas se ha convertido en una tendencia en los últimos tiempos. En un mundo moderno en el que los animales de compañía son considerados hijos y las plantas son consideradas mascotas, esta afirmación ha cobrado fuerza durante la pandemia. Después de pasar meses bajo restricciones sociales, trabajando desde casa y con los comercios cerrados, la afición por el cuidado de plantas ha crecido exponencialmente.

Julia Rettmann y Denise Yui, cofundadoras de Selvvva, una marca que busca rescatar el contacto con lo verde, señalan que la búsqueda de plantas para el hogar ya estaba en aumento antes de la pandemia. «El tener plantas en casa está directamente relacionado con el bienestar y mejora de la calidad de vida», afirma Julia.

Bienestar verde

La psicóloga Aline Freitas coincide en que la sensación de bienestar que generan las plantas explica el creciente interés por tener un poco de verde en casa. «En términos generales, las plantas generan sensaciones positivas. Es agradable contemplar ambientes que contienen plantas. Es una forma de integrar un poco de naturaleza en nuestra vida», revela.

Aline también menciona que existen investigaciones que respaldan los numerosos beneficios de tener plantas en nuestros hogares. «Visualmente, las plantas dan vida a los espacios y esto influye en nuestro estado de ánimo y bienestar. Nos sacan de la rutina artificial de la vida urbana para agregar un poco más de tranquilidad, comodidad, naturalidad, frescura y refugio», destaca.

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Crédito: Undrey | IStock

Para la psicóloga, el cuidado de plantas genera opiniones divididas. Algunos dicen que da mucho trabajo, pero muchos lo ven como una forma de hacer una pausa, de desacelerar, y como un enfoque terapéutico para manejar el estrés y la ansiedad.

Plantas para alegrar la vida

La periodista y empresaria Christina Schuler solía creer que cuidar plantas era engorroso. «No me interesaba, pensaba que mi espacio era pequeño y que no tendría tiempo para cuidarlas. Pero cuando comenzó el aislamiento social, con dos hijos en casa, empecé a buscar actividades que pudieran alegrar las cosas», cuenta.

Christina encontró en la jardinería una forma de unir a su familia. Compró un kit de herramientas y plántulas en internet y comenzaron a plantar. «Crecí en una casa, pero no sabía cómo cuidar plantas, nunca lo había hecho en un apartamento», confiesa.

Crédito: Choreograph | IStock

La familia comenzó con hierbas y plantas aromáticas, y ahora también cuentan con flores y plantas ornamentales. «Ahora todos sabemos cómo cuidarlas y cada uno tiene su planta favorita. Mi hijo José, de cinco años, tiene la suya, mi hija Júlia, de 12 años, también», se divierte la empresaria.

Naturaleza desde la puerta hacia adentro

Llevar plantas al interior de la casa es una forma de acercar la naturaleza. Especialmente en grandes ciudades como Curitiba, donde Christina vive con su familia.

Según Julia y Denise, de Selvva, tener plantas en casa es una forma de conectarse también con las personas. Las plantas se multiplican y multiplican las relaciones. Por lo tanto, ellas ofrecen esquejes que se convierten en regalos y fomentan el intercambio de experiencias. Es una forma de ser más contemplativo, de practicar el cuidado, la paciencia, la concentración y la calma, comenta Denise Yui.

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Aline, la psicóloga, está de acuerdo. Agregar plantas a la decoración, además de embellecer los espacios, también satisface nuestra necesidad de contacto con la naturaleza, que se ha visto limitado durante la pandemia. Regar, abonar, replantar y podar han sorprendido positivamente a muchas personas, quienes han incorporado el cultivo de plantas como una actividad placentera. La jardinería ahora forma parte de las actividades de ocio, explica.

¡Es una terapia!

Por último, Aline, cuya madre y abuela son aficionadas a la jardinería, asegura que cultivar plantas es cultivar la salud. «Ayuda en el combate a la ansiedad, el estrés y la depresión, y contribuye a mejorar la calidad de vida. Mueve el cuerpo, promueve la atención plena, refresca la mente de los problemas diarios y preocupaciones. Promueve la relajación y previene problemas relacionados con el deterioro cognitivo como el Alzheimer y la demencia», comenta.

Crédito: TG23 | IStock

Para Christina Schuler, lo que comenzó como una actividad para entretener a los niños durante la pandemia se ha convertido en una terapia. «Cuando llega el fin de semana, me gusta poner música, abrir una botella de vino y cuidar de mis plantas», explica. Para ella, esto es más que terapéutico, es simbólico. «Desde el inicio hasta el final del proceso de plantar, reflexiono sobre mi propia vida. ¿Qué estoy plantando en mi vida? ¿Qué estoy cultivando y qué estoy cosechando?».

Momentos de transformación

Con el desarrollo de las plantas, Christina recuerda los momentos y etapas que ella y su familia también han vivido. «Todo esto comenzó durante una pandemia. Cada planta, en su tiempo de crecimiento, me trae recuerdos de ese tiempo. No puedo evitar asociar las plantas con este momento de transformación», revela.

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Y concluye: «Las plantas traen vida. Hablo con las mías, ellas me traen esperanza de vida. Puede sonar a locura, pero cuando te entregas a esto, lo entiendes».

Gisela Garcia es periodista, fotógrafa y, aun antes de la pandemia, ya era madre de plantas.

¡Si te interesa conocer más sobre el cuidado de plantas y encontrar nuevas ideas, te invitamos a visitar Una Planta para obtener información y consejos adicionales!

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