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Foto © RHS / Tim Sandall
Los restios son plantas que parecen una mezcla de gramíneas, bambú, junco y cola de caballo, pero en realidad no están relacionadas con ninguna de ellas. Estas plantas herbáceas perennes, originarias en su mayoría del Mediterráneo, son muy resistentes y tolerantes a la sequía, lo que las convierte en una opción interesante para el paisajismo.
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¿Qué son los restios?
Los restios pertenecen a la familia Restionaceae, que incluye alrededor de 500 especies de plantas herbáceas perennes similares a las gramíneas. Aunque su distribución nativa se encuentra principalmente en el hemisferio sur, desde América del Sur hasta Nueva Zelanda y Australia, la mayor concentración de especies se encuentra en Sudáfrica, especialmente en la Región Florística del Cabo.
Esta región, que cubre menos del 5% de la superficie de África, alberga cerca del 20% de todas las especies de plantas nativas del continente. Allí, los restios son un telón de fondo común para las vistosas proteas y las plantas ericáceas. Estos increíbles endemismos se remontan al período Cretáceo, hace unos 60 millones de años, mucho antes que los pastos y las juncias.
Características de los restios
Los restios pueden variar en tamaño, desde pequeñas plantas de 10 centímetros hasta gigantes de 3 metros. Su estructura consta de tallos o culmos fotosintéticos que se elevan sobre el suelo, mientras que el rizoma y las raíces se encuentran debajo del suelo. A diferencia de algunos bambúes, los restios no tienen rizomas corredores.
La mayoría de los restios tienen un rizoma de tamaño mediano, lo que resulta en una planta de base estrecha con tallos que se extienden en un elegante abanico verde. Sin embargo, algunas especies forman matas y no tienen rizoma en absoluto.
En su hábitat natural, los restios suelen crecer en suelos ácidos y pobres en nutrientes. Aunque la mayoría de las especies prefieren suelos secos, existen algunas que se adaptan a suelos calizos o alcalinos.
Cultivo en el jardín
Los restios prosperan en lugares abiertos y soleados con buen movimiento de aire. Se adaptan bien a la sequía del verano, pero durante períodos secos prolongados, es recomendable regarlos de forma ocasional para mantener su exuberancia.
Estas plantas son aptas para el cultivo en macetas, especialmente en sus primeros años. Solo se requiere un sustrato con buen drenaje y mantener el suelo húmedo, ya que no toleran la sequedad cuando se cultivan en macetas. Además, regar ocasionalmente con abono líquido beneficiará a la planta.
En cuanto a la resistencia al frío, la mayoría de los restios son capaces de soportar temperaturas de hasta 7 u 8 grados Celsius bajo cero. Sin embargo, las plantas más maduras son más resistentes y pueden recuperarse después de haber sufrido daños por heladas. En el caso de las plantas cultivadas en macetas, es recomendable protegerlas de las heladas moviéndolas a un lugar libre de frío durante los períodos más intensos.
Los restios son generalmente libres de problemas de plagas o enfermedades, por lo que solo requieren una limpieza ocasional para eliminar los tallos muertos o dañados.
Además de su uso en jardinería, los restios son muy apreciados por su follaje duradero, lo que los convierte en una excelente opción para arreglos florales y decoración seca.
Algunas especies de restios
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Baloskion tetraphyllum: Originario de Australia, forma grupos densos de tallos delgados y erguidos con follaje verde brillante. Es ideal para cultivar en macetas grandes o en el jardín, y también es perfecto para arreglos florales.
Foto © RHS / Tim Sandall -
Elegia capensis: Esta especie tiene tallos exuberantes y densos que forman matorrales de hasta 1 metro de ancho. Su follaje es esbelto y está adornado con vainas de color castaño y blanco.
Foto © RHS / Tim Sandall -
Elegia tectorum: Es un restio de rápido crecimiento, con brácteas florales altas y duraderas. Es perfecto para lugares ventosos, como jardines junto al mar, y también se puede cultivar en macetas y contenedores.
Foto © RHS / Tim Sandall -
Restio quadratus: Esta especie siempre verde tiene tallos cuadrados que emergen de color verde en primavera y están coronados por brácteas de color tostado.
Foto © RHS / Tim Sandall -
Rhodocoma capensis: Con un porte elegante y de gran altura, este restio forma hermosos grupos de follaje verde y fino. En otoño, produce espigas de flores marrones que añaden un toque de gramínea atractiva. Es una excelente opción para arreglos florales.
Foto © RHS / Tim Sandall -
Rhodocoma arida: Sus tallos estrechos y erguidos de color gris azulado la distinguen de la mayoría de los restios. Aunque su follaje se desvanece con el tiempo, los tallos permanecen erguidos.
Foto © Pacific Horticulture Society -
Thamnochortus insignis: Forma grupos erguidos de cañas variegadas que ofrecen un interesante contraste con las flores de color chocolate. Es perfecto para borduras mixtas o macetas grandes.
Foto © RHS / Tim Sandall
Fotos: RHS
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