En la hermosa región de Gredos, no encontrarás plantas carnívoras gigantes que devoren exploradores de la selva en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, hay dos especies de plantas carnívoras que florecen en Gredos Norte y son dignas de admiración. Una de ellas es el Rocío del Sol (Drosera rotundifolia), una planta mágica que cautivó a Darwin, y la otra es la Lentibularia (Utricularia Menor), una especie muy rara y difícil de encontrar.
Contents
Las plantas carnívoras: una adaptación evolutiva fascinante
Desde hace más de 65 millones de años, las plantas carnívoras han habitado la Tierra. Su existencia ha sido comprobada a través de fósiles del período Cretácico. Aunque parezca sorprendente, no es algo tan inusual. Estas plantas han desarrollado una adaptación evolutiva que les permite obtener nutrientes, como el nitrógeno, de pequeños invertebrados que capturan mediante mecanismos naturales.
Actualmente, se conocen alrededor de 600 especies de plantas carnívoras clasificadas en 17 géneros diferentes en todo el mundo. En la Península Ibérica, podemos encontrar 18 especies diferentes. Afortunadamente, en Gredos Norte, no encontraremos la Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), esa planta típica que todos imaginamos cuando pensamos en una planta carnívora. Sus hojas dentadas se asemejan a una boca con dientes amenazantes. Sin embargo, en Gredos, no hay ninguna planta carnívora gigante que supere la altura promedio de una persona. Esas imágenes de películas en las que una planta devora a un explorador en un santiamén no tienen cabida aquí. Aquí, en Gredos, estamos a salvo de esas fantasías. Sin embargo, de las 18 especies de plantas carnívoras presentes en la Península Ibérica, dos se encuentran en esta hermosa región. Son plantas muy escasas, protegidas y que solo sobreviven en las montañas, específicamente en trampaleras, turberas y otras aguas estancadas.
El Rocío del Sol: una planta mágica y fascinante
Una de las plantas carnívoras que podemos encontrar en Gredos es el Rocío del Sol, también conocido como Roselí (Drosera rotundifolia). Esta planta ha fascinado a científicos y amantes de la naturaleza, incluido el propio Darwin. No es de sorprenderse, ya que tiene características verdaderamente asombrosas. Sus hojas están cubiertas de pelos pegajosos que actúan como trampas mortales para los pequeños insectos que se atreven a tocarlas. Cuando un insecto se adhiere a uno de los pelos, este tira de él, provocando que el resto de los pelos se incline hacia el insecto y lo atrape de manera definitiva.
El Rocío del Sol crece en aguas estancadas y se puede encontrar fácilmente a partir de los 1400 metros de altura. A pesar de su pequeño tamaño, su color rojizo la hace más visible en las turberas o trampaleras, como se les llama en la zona serrana. Estos lugares pueden atraparte, hundiéndote en la tierra y en sus aguas estancadas que funcionan como trampas naturales.
Esta peculiar planta crece en lugares como Alaska, Canadá, las montañas Apalaches y en las aguas estancadas de Gredos. De las tres especies de Droseras presentes en la región (Intermedia, rotundifolia y lusitanicum), la segunda es la que prevalece. Su nombre científico, Drosera rotundifolia, proviene del griego «Drosos», que significa «rocío». El nombre vulgar, Ros Solis o Rocío del Sol, hace referencia a las gotas brillantes que aparecen en el extremo de cada hoja, parecidas al rocío de la mañana. Estas gotas son en realidad mucílago, una sustancia vegetal viscosa, dulce y pegajosa que atrapa a los insectos. Cuando los insectos intentan liberarse, quedan aún más atrapados. La planta libera enzimas que descomponen a la presa y extrae nutrientes como nitratos de sus cuerpos, atrapados en los tentáculos glandulares.
Además de su fascinante naturaleza carnívora, esta curiosa planta forma rosetas de hojas redondeadas repletas de pelos glandulares. De hecho, se utiliza para fabricar un extracto eficaz con propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas.
La misteriosa Lentibularia: una joya acuática
En los tremedales o trampales de Gredos, zonas donde el suelo se inunda con aguas estancadas, se encuentra otra flor carnívora, la rara Lentibularia (Utricularia Menor). Esta hierba acuática casi sumergida en aguas paradas, como charcas, arroyos de montaña, acequias y lagunas, florece desde finales de la primavera hasta el verano. Es una planta escasa y difícil de ver debido a su diminuto tamaño. Además, al tratarse de una especie protegida, su distribución se mantiene oculta. Sin embargo, se sabe que es más frecuente en la mitad norte de España y que también se encuentra en ambientes circumboreales.
El nombre genérico Utricularia proviene del latín «utriculus», que significa «pequeña botella» o «frasco de cuero». El término «minor» significa «más pequeño» y hace referencia a la forma en que esta planta captura a los insectos. Su mecanismo es el más elaborado y curioso entre las especies carnívoras. La Lentibularia posee diminutas vejigas o utrículos con una especie de tapadera. Cuando un insecto o crustáceo acuático se acerca, la compuerta se abre y se forma un remolino que atrae al insecto hacia el interior. Una vez que el insecto queda atrapado dentro de la «jarrita con tapadera», esta se cierra y la presa es descompuesta mediante enzimas, para luego ser absorbida y digerida por la planta.
¡Descubre la maravilla de las plantas carnívoras de Gredos!
En resumen, Gredos alberga dos fascinantes especies de plantas carnívoras: el Rocío del Sol y la Lentibularia. Estas plantas son ejemplos asombrosos de la diversidad que existe en la naturaleza y de las adaptaciones evolutivas que han desarrollado a lo largo de millones de años. Si tienes la oportunidad de visitar Gredos, no dejes pasar la oportunidad de maravillarte con estas joyas naturales.
Recuerda, la naturaleza siempre nos sorprende con su belleza y sus misterios. Explora, aprende y disfruta de todo lo que nuestro increíble planeta tiene para ofrecer.
¡No olvides visitar Una Planta para más información sobre las maravillas de la naturaleza!