Verano azul: descubre las flores más refrescantes para los días calurosos

Verano azul: descubre las flores más refrescantes para los días calurosos
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El color tiene un poderoso impacto en nuestras emociones y estado de ánimo. Y esto no solo se aplica a nosotros, sino también a nuestros jardines. La elección de colores puede influir en la percepción del espacio y la temperatura. En este sentido, el azul es un tesoro natural, ya que aporta luminosidad y una sensación de amplitud.

El clásico azul y blanco: una combinación fresca y estética

La combinación de azul y blanco es todo un clásico y realmente transmite frescura y amplitud visual. Al atardecer, las flores azules adquieren una tonalidad especial y se mantienen más visibles que las de otros colores. Esto se debe a que nuestros ojos son más sensibles al azul en condiciones de baja luminosidad. Por ello, llenar los rincones del jardín con flores azules es una apuesta segura, especialmente para disfrutar de las tardes de verano.

Especies de flores azules para todos los gustos

¿Cuáles son las especies de flores azules? La lista es larga y hay opciones para todos los gustos y necesidades. Desde plantas amantes del sol hasta aquellas que prefieren la sombra, pasando por trepadoras, tapizantes y arbustivas. Muchas de estas especies pueden cultivarse a partir de semillas en jardines con diseños informales y amplios espacios, gracias a su porte silvestre.

Entre las especies destacadas se encuentran la aguileña, la achicoria, la centáurea, el Geranium pratense, la Nemophila menziesii, la arañuela y el Polemonium eximium. Todas ellas añaden un toque campestre al jardín y comparten preferencias como temperaturas suaves, pleno sol, suelos frescos y ambientes con humedad. Muchas de estas especies son originarias de zonas montañosas o suelen crecer bajo la sombra de árboles frondosos.

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Las grandes estrellas del jardín: hortensias, agapantos y espuelas de caballero

Dentro de las especies de flores azules, hay estrellas indiscutibles como la hortensia (Hydrangea macrophylla). Sus espectaculares inflorescencias son su mayor atractivo. Para su cultivo, es necesario tener en cuenta que necesita tierra ácida y se muestra exigente en cuanto a temperatura, luz, agua y humedad. La hortensia florece generosamente con luz solar directa en zonas de ambiente húmedo y suave.

Las inflorescencias del agapanto (Agapanthus africanus) son otra opción espectacular para el jardín. Sus umbelas están compuestas por veinte o treinta flores de intenso azul. Esta planta tiene una gran resistencia y capacidad de adaptación, ya que florece tanto a pleno sol como en semisombra durante todo el verano. Además, es poco exigente con el suelo y el agua, aunque para lograr una floración abundante, es importante regarla adecuadamente.

Otra especie que no pasa desapercibida es la espuela de caballero (Delphinium elatum e híbridos). Esta herbácea rústica puede comportarse como anual o perenne dependiendo del clima de la zona. Sus flores en forma de espiga y su altura la hacen perfecta para cultivar en arriates, junto a vallas o paredes. La espuela de caballero ofrece una amplia variedad tonal, destacando especialmente los azules y lilas. Se adapta tanto a pleno sol como a semisombra.

Tres trepadoras azules que no puedes dejar de conocer

Dentro de las plantas de flores azules más bellas, encontramos tres trepadoras extraordinarias. El jazmín del cielo (Plumbago capensis o P. auriculata) florece prácticamente todo el año en climas moderados, excepto en invierno. Además, no requiere de muchos cuidados. La ipomea (Ipomoea indica) cuenta con flores de un hermoso color índigo. Y la pasionaria de flores azules (Passiflora caerulea) también es una opción muy llamativa.

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Secundarias de lujo: ageratos, lobelias, vincas, escévolas y nomeolvides

La variedad de flores azules no se agota con las especies principales. Existen plantas secundarias que también merecen nuestra atención, como los ageratos, lobelias, vincas, escévolas y nomeolvides. Estas plantas ofrecen un rendimiento extraordinario durante los meses de verano y son ideales para macizos, rocallas, arriates, borduras, jardineras y macetas.

Por ejemplo, el agerato (Ageratum houstonianum) es una planta de temporada con flores vistosas en tonos azules y malvas. Requiere pleno sol, o semisombra en zonas muy calurosas, y necesita mucha agua y abono. La escévola (Scaevola aemula), en cambio, necesita riegos moderados. Es una planta rastrera resistente a la sequía, ideal para cubrir zonas bajas del jardín. Sus flores curiosas presentan cinco pétalos en forma de abanico.

En rocallas y taludes: lobelias, miosotis y vincas

La lobelia (Lobelia erinus), de pequeño tamaño y ramificada, es perfecta para rocallas y jardineras. Su floración prolongada y abundante la convierte en una opción ideal como relleno en grandes macetones, siempre y cuando se le proporcione suficiente agua. Aunque generalmente se utiliza como planta anual, puede comportarse como perenne de vida corta en climas suaves.

Otra especie adecuada para rocallas, bancales y taludes es el miosotis o nomeolvides (Myosotis sylvatica). Esta planta se adapta tanto al sol como a la sombra, aunque prefiere posiciones de semisombra en zonas muy calurosas. Para disfrutar de sus flores durante el verano, es necesario regarla con frecuencia y proporcionarle un sustrato siempre fresco y rico.

La Vinca major es otra opción segura para cubrir suelos en zonas de semisombra. Esta planta perenne de crecimiento rápido ofrece una abundante floración azulada. Sin embargo, en zonas frías se recomienda cultivarla como anual y desecharla antes de las primeras heladas.

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Exotismo en tu jardín: taginaste, Neomarica y Tweedia

Si buscas un toque de exotismo, hay especies que destacan por su rareza y belleza. El taginaste (Echium candicans o E. fastuosum) es un arbusto originario de la isla de Madeira. Sus flores azules en densas inflorescencias de más de 25 centímetros de altura son realmente atractivas. Estos ejemplares ramificados lucirán maravillosos en tu jardín, especialmente si los agrupas. También puedes cultivarlos en macetones y contenedores en tu terraza.

Otra rareza que llega desde Brasil es la Neomarica caerulea, también conocida como falso lirio debido a su similitud con el iris, tanto en sus flores como en sus hojas alargadas. Esta planta herbácea perenne es perfecta para zonas calurosas con suelos fértiles. Otra especie brasileña con flores azules es la Tweedia caerulea, que produce pequeñas flores sobre tallos pilosos de un metro de altura de julio a septiembre.

Un toque acuático: nenúfares azules para estanques

Si tienes un estanque en tu jardín, no puedes dejar pasar la oportunidad de incorporar el nenúfar azul (Nymphaea caerulea). Sus flores azules añadirán un toque mágico y refrescante a tu espacio acuático.

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