Plantas cultivadas en agua: Verde en tu hogar sin esfuerzo

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¿Te gustaría tener más vegetación en tu hogar sin tener que preocuparte demasiado por su cuidado y mantenimiento? Existe una técnica de cultivo que te permitirá lograrlo fácilmente. Se trata del hidrocultivo, una forma de cultivar plantas sin utilizar tierra.

El hidrocultivo tiene muchas ventajas. Por un lado, las plantas cultivadas de esta manera suelen ser más fuertes, ya que absorben mejor los nutrientes al no estar limitadas por el suelo. Además, no tendrás que lidiar con problemas de moho o insectos que suelen habitar en la tierra. Y lo mejor de todo es que no necesitan demasiado mantenimiento.

Formas de cultivar plantas en agua

Por lo general, las plantas cultivadas en agua se colocan en frascos de vidrio, jarrones o botellas de plástico. Esto se hace para poder observar el estado de las raíces y el nivel de agua. Es recomendable utilizar recipientes de vidrio, ya que mantienen mejor el nivel de agua y el estado de las raíces.

Es importante que la raíz de la planta siempre esté sumergida en agua, la cual debe contener los nutrientes necesarios para cada tipo de planta. Algunas plantas necesitan también gravas en el fondo para mantener firmes los tallos.

Las plantas que mejor se adaptan a este sistema son aquellas que tienen tallos fuertes y leñosos. Es ideal ubicarlas cerca de una ventana bien iluminada, pero sin que estén expuestas directamente al sol. De esta manera, podrán recibir la luz natural necesaria para crecer fuertes y saludables.

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Mantenimiento y cuidado de las plantas en agua

Las plantas cultivadas en agua no requieren mucho mantenimiento. Con cambiar el agua una vez al mes suele ser suficiente. Aprovecha este momento para agregarles fertilizante. En algunas ocasiones, puede formarse una pequeña capa verde sobre el agua, pero no te preocupes, son solo pequeñas algas que no dañan a la planta. Si no te gusta cómo se ve, simplemente cambia el agua con mayor frecuencia.

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Para mantener las plantas vigorosas, es aconsejable utilizar abono. Puedes optar por abonos en grano solubles o gotas de fertilizante líquido. Siempre sigue las indicaciones del fabricante, ya que un exceso de abono puede dañar las plantas.

Puedes comenzar tus plantas en agua partiendo de un tallo cortado. Después de unas semanas, comenzarán a brotar las raíces. También puedes adquirir pequeñas plantas con raíces en un vivero, pero asegúrate de quitarles bien los restos de tierra antes de ponerlas en el agua para evitar ensuciarla. Si es necesario, repite este proceso varias veces hasta que el agua quede transparente.

Cuidado especial para las raíces sensibles

Las raíces de las plantas cultivadas en agua suelen ser mucho más sensibles que las cultivadas en tierra. Por eso, es importante tratarlas con cuidado. Si crecen demasiado y necesitas separarlas o incluso trasplantarlas a tierra, asegúrate de hacerlo de manera suave y gradual. Transfiérelas a una maceta con sustrato ligero y poroso, para que la transición sea menos brusca. Después de cuatro o cinco semanas, podrás colocarlas en el suelo del jardín.

Algunas plantas recomendadas para el hidrocultivo

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Ahora que conoces la técnica del hidrocultivo, podrás traer más vida a tus espacios interiores sin complicaciones. ¡Anímate a probarlo y disfruta de un toque de naturaleza en tu hogar! Recuerda que, para más información sobre plantas y jardinería, puedes visitar Una Planta.

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