La historia de una pareja que llega a una clínica de fertilidad en busca de ayuda nos revela un aspecto poco conocido pero igualmente importante en el proceso de concepción: el reloj biológico masculino. A menudo, se ha hablado del reloj biológico como una presión social impuesta principalmente a las mujeres. Sin embargo, el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti-Hegemónicas (IDMAH) nos explica que este concepto antropológico también se aplica a los hombres, aunque de manera diferente.
En diferentes culturas, existe una idea de cuándo es adecuado tener hijos. Algunas consideran que los 30 o 40 años son los momentos ideales, mientras que otras creen que los 15 o 20 años son más apropiados. La pareja de nuestro relato no se dio cuenta hasta entonces de que el reloj biológico también funciona para los hombres. Investigaciones recientes sugieren que los riesgos para la salud del bebé aumentan significativamente a partir de los 35 años y se vuelven aún más significativos a partir de los 45.
Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, que analizó más de 40 millones de nacimientos, reveló que los bebés nacidos de padres mayores de 35 años tenían un mayor riesgo de tener resultados adversos al nacer, como bajo peso, convulsiones y la necesidad de ventilación inmediatamente después del parto. En términos generales, cuanto mayor es la edad del padre, mayor es el riesgo. Por ejemplo, los hombres de 45 años o más tenían un 14% más de probabilidades de tener un hijo prematuro, mientras que los hombres de 50 años o más tenían un 28% más de probabilidades de tener un hijo que requiriera ingreso en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Estos hallazgos nos llevan a reflexionar sobre la importancia del papel del padre en la gestación y la salud del recién nacido. El urólogo José Silva enfatiza que tener un bebé saludable es responsabilidad tanto del hombre como de la mujer, y que el reloj biológico masculino también existe. A pesar de que este estudio ha recibido algunas críticas debido a su naturaleza retrospectiva y a la necesidad de realizar investigaciones más exhaustivas, los especialistas coinciden en la importancia de estudiar en profundidad la incidencia de la edad paterna y el reloj biológico masculino.
El doctor Álvaro Vives, de la Unidad del Varón de Dexeus, señala que es fundamental tener en cuenta los factores y hábitos que afectan la calidad de los espermatozoides y, por lo tanto, la fertilidad masculina. Además de la edad, factores como el consumo de tóxicos, la ingesta de café, té, sobrepeso y el tabaco también influyen en la fertilidad masculina.
Es hora de que los hombres se involucren más en los procesos de concepción y paternidad. Cambiar el enfoque y dejar de considerar que la reproducción es responsabilidad exclusiva de las mujeres es fundamental. Es importante que los hombres también cuiden de su salud, realicen chequeos médicos regulares y adquieran conciencia de su papel en el reloj biológico. Esto implica analizar por qué se sigue perpetuando la idea de que las mujeres son las únicas responsables de lidiar con la presión social del reloj biológico y comenzar a asumir una mayor responsabilidad en los procesos de reproducción y paternidad.
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