Las suculentas son un grupo de plantas que sorprenden por su diversidad de tipos y colores. Además de ser resistentes y adaptables, estas plantas requieren poco cuidado y ofrecen exquisitas hojas de colores cautivadores. ¿Qué hay más llamativo que tener en el jardín plantas exuberantes y peculiares por su forma y color?
Cultivar suculentas de colores puede resultar todo un reto. No se trata de dedicarle mucho tiempo o esfuerzo, sino de prestar atención y tener algo de experiencia para lograr que cambien de color. El secreto está en «estresar» a la planta de manera controlada para activar su respuesta y lograr que sus hojas se transformen.
El cambio de color en las suculentas se logra sometiéndolas a condiciones ambientales límite, como la exposición solar, los cambios de temperatura y la cantidad de agua disponible en el suelo. Estos factores estimulan la producción de distintos pigmentos en la planta, dando lugar a una amplia variedad de tonalidades, como el verde clásico, el amarillo, el rojo, el azul y el morado.
Ahora bien, ¿cómo podemos hacer que nuestras suculentas muestren esos hermosos colores durante todo el año en nuestro jardín? A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones para lograrlo:
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Estimulando el color verde
Si quieres que tus suculentas luzcan un verde espectacular, debes asegurarte de que reciban la cantidad adecuada de luz, temperatura y humedad. Esto significa mantenerlas en semi sombra, ajustar su riego y asegurarte de que estén en un entorno cálido. La clorofila es el pigmento responsable de esta coloración y se estimula su producción en estas condiciones, ya que es fundamental para llevar a cabo la fotosíntesis.
Logrando suculentas rojas
El color rojo en las suculentas es el resultado de la acumulación de un pigmento llamado antocianina. Este se produce y almacena en mayor cantidad cuando la planta está expuesta a altos niveles de radiación solar. La antocianina protege a la planta de las radiaciones ultravioletas del sol. Sin embargo, debes tener cuidado con la exposición excesiva al sol, ya que podría quemar las hojas de la planta. Por lo tanto, es recomendable evitar una exposición prolongada durante el verano.
Suculentas moradas: Un toque mágico
Si quieres obtener suculentas de un hermoso color morado o violeta, debes retrasar su crecimiento antes del invierno. Esto hará que las partes viejas de la planta permanezcan por más tiempo y adquieran ese distintivo color violeta. Para lograrlo, es necesario reducir el riego o limitar sus nutrientes, pero ten cuidado de no estresar demasiado la planta. Recuerda que debes ser cauteloso en la manipulación de las condiciones de riego y fertilización.
El misterio del color azul
El color azul en las suculentas es extraordinario y se logra cuando desciende la temperatura a niveles más bajos de lo habitual. Las bajas temperaturas estimulan el cambio de color hacia estos tonos tan deslumbrantes.
Suculentas amarillas o anaranjadas
El color amarillo o naranja en las suculentas depende de la cantidad de pigmento antocianina presente en sus hojas. Para lograr estas tonalidades, simplemente debes regular la exposición solar y jugar con los tiempos de iluminación adecuados.
Es importante tener en cuenta que no todas las suculentas son aptas para cambiar de color. Algunas son tan tolerantes a los cambios ambientales que no responden con cambios en la coloración de sus hojas.
Las plantas más recomendadas para cultivar como suculentas de colores son el áloe, la echeveria, el kalanchoe, el aeonium y el sedum. Sin embargo, recuerda que no debes someter a la planta a un estrés prolongado, ya que podrías poner en riesgo su salud. Limita los cambios en las condiciones ambientales a unas pocas semanas.
Ahora que conoces algunos secretos para cultivar suculentas de colores, ¿por qué no intentarlo? Con un poco de cuidado y atención, podrás obtener hermosas suculentas que añadirán un toque de magia a tu jardín. ¡No dudes en adentrarte en el fascinante mundo de las suculentas de colores!
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Video: Cómo cultivar suculentas de colores
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