¡Descubre la fascinante historia de las calibrachoas y surfinias, las ‘otras’ petunias! Aunque son similares a las petunias en muchos aspectos, estas hermosas plantas tienen características únicas que las hacen destacar en el jardín.
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Calibrachoas: matas de flores copiosas
Las calibrachoas son una variedad de petunias que se distinguen por su tamaño de flores más pequeñas pero copiosas. Estas hermosas plantas, conocidas como ‘Million Bells’ debido a la profusión de campanitas que producen, crecen en matas compactas de 18 a 25 centímetros de altura. Sus campanitas vienen en una increíble variedad de colores, desde el violeta hasta el blanco, pasando por el azul, rosa, rojo y muchos más.
La belleza de las calibrachoas se destaca aún más con híbridos como la novedosa ‘Superbells Cherry Star’, que tiene una combinación curiosa de colores magenta con centro y rayos amarillos, o la impresionante ‘Superbells Double Rose’ con sus flores dobles de color fucsia. Estas plantas se ven espectaculares en tiestos colgantes, macetas y rocallas, y gracias a su porte rastrero, forman cascadas de flores que atraen a los pájaros. Además, sus hojas no son pegajosas, lo que las diferencia de otras variedades de petunias.
Aunque las calibrachoas son resistentes y demandan pocos cuidados, para asegurar una floración abundante desde abril hasta el otoño, es recomendable proporcionarles un abono mensual para plantas de flor. También es importante garantizar un drenaje adecuado para evitar la pudrición de las raíces y utilizar un sustrato neutro. Si el pH del suelo es alto, se pueden compensar con quelatos de hierro. El riego debe ser dosificado y solo cuando el sustrato se vea seco.
Surfinias: la versión colgante
Las surfinias, también conocidas como petunias colgantes, son híbridos de petunias que lucen maravillosamente en cestas, balcones y rocallas. Estas plantas ofrecen una amplia gama de colores, incluso combinados. Algunas variedades destacadas son la ‘Supertunia Pretty Much Picasso’, con tonos magenta y bordes verdes, y la ‘Raspberry Blast’, de color frambuesa con pinceladas rosa claro. Las surfinias también son autolimpiantes, lo que las hace aún más atractivas para los amantes de las flores.
Al igual que las calibrachoas, las surfinias son plantas floríferas que se beneficiarán con un fertilizante de liberación lenta al momento de plantarlas. Durante el verano, se recomienda abonarlas regularmente con un fertilizante líquido diluido en el agua de riego. Una poda ligera de los tallos más largos en julio ayudará a mantener su forma compacta y favorecerá un nuevo brote de flores. Además, se debe asegurar un buen drenaje y regarlas de forma regular, evitando el exceso de agua.
En dúos tonales: una explosión de color
Si buscas una combinación espectacular, puedes optar por tiestos que contengan tanto petunias como calibrachoas en distintos tonos. Estos dúos tonales crean una visual impactante y son ideales para decorar terrazas y jardines. Con un crecimiento rápido y una floración que comienza desde abril para las petunias y mayo para las calibrachoas, estas plantas te brindarán belleza hasta la llegada de los primeros fríos.
Al cuidar estas plantas, recuerda colocarlas en un lugar soleado, aunque durante el verano es preferible ofrecerles algo de sombra para evitar que el sustrato se seque rápidamente. El riego debe ser regular, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Evita el exceso de agua, ya que puede dañar las raíces. Para mantener un porte compacto, es recomendable pinzar las flores pasadas y podar a mediados de junio. Además, proporciona abono líquido para plantas de flor junto con el agua de riego y quelatos de hierro cada 15 días.
Descubre la magia de las calibrachoas y surfinias, las ‘otras’ petunias que llenarán tu jardín de color y alegría. No esperes más, ¡visita Una Planta y encuentra la variedad perfecta para tu espacio verde!
