Las plantas tienen sus propias familias, según los taxónomos botánicos. Estos científicos se encargan de clasificar las especies vegetales en base a su similitud genética. Al principio, esta clasificación se basaba únicamente en la apariencia física de las plantas y en las estructuras reproductivas. Sin embargo, con los avances científicos y tecnológicos, ahora podemos analizar el ADN de cada especie para obtener una clasificación más precisa.
Por ejemplo, el tabaco, la petunia, el pimiento, el tomate, la patata y la berenjena pertenecen a la familia de las solanáceas. Si observamos detenidamente las flores de estas verduras, veremos que comparten un parecido razonable.
A veces, estas similitudes también se reflejan en otras partes de las plantas o incluso en su química. Por ejemplo, las plantas de la familia de las labiadas tienen pétalos con forma de labio y tallos cuadrangulares. Además, muchas de estas plantas tienen propiedades aromáticas debido a los aceites esenciales que liberan cuando se rompen.
Sin embargo, no siempre encontramos estas similitudes. Por ejemplo, las flores de las malvas y los baobabs son tan diferentes que resulta difícil creer que pertenecen a la misma familia botánica, la de las malváceas.
Centrándonos en una familia de plantas muy utilizada en jardinería, tenemos las apocináceas. Bajo este nombre peculiar, encontramos plantas como las adelfas, las vincapervincas y el jazmín estrella. Todas ellas tienen flores con cinco pétalos ligeramente trapezoidales, dispuestos de forma similar a las hélices de un barco.
Otra característica de esta familia es que algunas plantas son tóxicas, pero no representan un peligro para las personas. Su sabor extremadamente amargo evita que nadie, ni siquiera un niño, las consuma en grandes cantidades.
En general, las plantas de esta familia adoran el sol. Por ejemplo, las adelfas crecen vigorosamente en las medianas de las carreteras, recibiendo toda la energía del sol durante el día. El jazmín estrella también disfruta de la luz solar, pero puede sobrevivir con menos horas de sol directo. Por otro lado, la vincapervinca prefiere lugares más sombreados, aunque tampoco le teme al sol si tiene suficiente humedad en el suelo.
Con todas estas plantas, podríamos crear un hermoso jardín o terraza. Por ejemplo, una maceta con una vincapervinca y una heuchera o una esparraguera sería una combinación agradable a la vista.
Dentro de la familia de las apocináceas, encontramos variedad de formas. Por un lado, tenemos las suculentas, como los cactus, que acumulan agua y nutrientes en sus tejidos. La flor lagarto es un ejemplo pintoresco, con grandes flores que parecen piel de reptil y un aroma a carne putrefacta. Por otro lado, la flor de cera, una trepadora ideal para interiores luminosos, tiene flores delicadas y perfumadas, al igual que la adelfa y el jazmín estrella.
En resumen, las plantas tienen familias que se basan en su proximidad genética. Las apocináceas son una fascinante familia de plantas que incluye a la adelfa, la vincapervinca y el jazmín estrella. Estas plantas comparten características en sus flores y tienen propiedades particulares, lo que las hace interesantes para los amantes de la botánica y la jardinería.
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