Los árboles, esas majestuosas criaturas de la naturaleza, tienen mucho más que ofrecer de lo que podemos imaginar. Son plantas leñosas perennes, con un tronco único que se eleva a alturas impresionantes, y ramas que se extienden hacia el cielo. ¿Pero qué hace realmente a un árbol diferente de un arbusto o de otras plantas perennes leñosas?
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Los Árboles y su Grandeza
Los árboles son una vista común en nuestra vida diaria. Los encontramos en parques, patios y hasta en la mediana de las calles, proporcionando sombra y belleza. Pero, ¿qué los distingue de otras plantas? En general, los árboles deben tener al menos 13 pies de altura, un tronco con un diámetro mínimo de tres pulgadas y una corona bien definida. Por otro lado, los arbustos son plantas leñosas que crecen cerca del suelo y no superan los 13 pies de altura. Tienen múltiples tallos en lugar de un solo tronco y carecen de una corona definida. Sin embargo, hay excepciones. Algunas especies de árboles pueden ser entrenadas para crecer en tamaños más pequeños, como el arte del bonsái.
La Vida y el Ciclo de los Árboles
Los árboles pueden ser de hoja perenne, manteniendo sus hojas durante todo el año, o deciduos, perdiéndolas en invierno. Muchos árboles también producen frutas, aunque no todas son comestibles. Por ejemplo, las bellotas solían ser un alimento básico, pero hoy en día no se consumen tanto en el mundo desarrollado. Todos los árboles se reproducen a través de semillas y la mayoría de ellos encierran esas semillas en alguna forma de fruto. Es importante destacar que las nueces son técnicamente frutos secos.
El Secreto Interno de los Troncos
El tronco es la parte más significativa de un árbol. Sin embargo, en realidad está compuesto principalmente por material muerto. El único tejido vivo en el tronco es una fina capa justo debajo de la corteza. El interior del tronco consiste en un tejido duro y muerto que proporciona el soporte necesario para el crecimiento vertical del árbol.
El Arte de la Creación de Madera
¿Cómo es posible que los árboles puedan crecer tan grandes? La respuesta radica en su capacidad para crear tejido leñoso a medida que crecen, en lo que se conoce como crecimiento secundario de la planta. Este tejido leñoso contiene una sustancia química llamada lignina, presente en las paredes celulares de las plantas. La lignina proporciona rigidez y forma, y es crucial para los tejidos vasculares. Además, en las plantas leñosas, los haces vasculares crecen lateralmente dentro del tallo y se unen a medida que la planta envejece, formando las bandas de tejido vascular que se pueden apreciar en una sección transversal del tronco.
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