Los secretos de la salud

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En el corazón de Xinzo, oculto en la trastienda de un comercio de productos naturales, se encuentra un dispositivo sorprendente. Una máquina de bioresonancia. Una joya de la tecnología alemana al servicio de la medicina. Un revelador de diagnósticos. Un detector de enfermedades. Cándido Cid, propietario de este singular aparato, es un limiano de apariencia común, pero con una personalidad inquieta: siempre quiere saber más. De hecho, este psicólogo de formación universitaria cambió su vida un buen día, vendiendo su negocio porcino y refinando sus conocimientos, formación y espíritu durante una estancia de tres años en Barcelona.

Una máquina que sorprende

Después de estudiar en la escuela barcelonesa «Censana», afiliada a una escuela inglesa de formación de naturópatas, y realizar un máster en Nutrición en la Universidad Autónoma de Barcelona, Cándido Cid regresó a su hogar. Allí, se sumergió en cursos de Feng-Shui y Radioestesia en Santiago de Compostela. Posteriormente, adquirió la máquina de bioresonancia. Invirtió tres millones de pesetas y realizó varios cursos para aprender su funcionamiento en Madrid, Barcelona y Alemania.

El dispositivo de bioresonancia que Cándido Cid tiene en su tienda es un prodigio de fabricación alemana. Según el especialista ourensano, en Rusia y en todos los países pobres pero tecnológicamente avanzados, este tipo de máquinas se encuentran en todos los centros médicos. Sin embargo, lamenta que no estén disponibles en la Seguridad Social. En sociedades consumistas, una máquina como esta carece de sentido, según él.

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La sorprendente detección de enfermedades

La máquina de bioresonancia de Cándido Cid funciona como un detector de enfermedades. Según el especialista, lo difícil es hacer un buen diagnóstico, tanto en la medicina convencional como en la naturopatía. Afirma que su máquina acierta en un 90%. El dispositivo detecta alteraciones en el organismo a través de electrodos conectados a la persona, causadas por la presencia de una sustancia. Cándido introduce esta sustancia en la máquina y desensibiliza a la persona con una «onda simétricamente invertida», desinformando al organismo. Luego, solo se le proporcionan minerales y vitaminas en forma orgánica para fortalecer el organismo, evitando cualquier medicación.

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La demanda creciente

Cándido Cid tiene una lista de espera de pacientes de toda España, incluso médicos. Afirma colaborar con médicos de la Seguridad Social en Asturias, León, Valladolid y Barcelona, poniendo su máquina y su experiencia a su disposición. Explica que en España solo hay siete máquinas de bioresonancia operativas, no tanto por su precio, sino por el tiempo que lleva aprender a manejarlas. Recientemente, realizó un estudio sobre alergias para la Universidad de Barcelona, concluyendo que el 98% de las alergias son alimentarias y se producen debido a contaminantes en los alimentos, conservantes o manipulación de los mismos. En particular, menciona que la leche es una fuente de numerosos problemas de salud.

¡Una Planta!

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