Las micorrizas son una simbiosis entre un hongo y las raíces de una planta que proporciona beneficios mutuos. Este término, de origen griego, fue acuñado por el botánico Albert Bernhard Frank en 1885, después de observar esta asociación en árboles frutales. Las micorrizas son comunes en el reino vegetal, ya que se estima que el 90-95% de las familias de plantas terrestres las presentan de forma habitual.
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Beneficios de las micorrizas
En esta simbiosis, la planta recibe nutrientes, minerales y agua del hongo, mientras que el hongo obtiene hidratos de carbono y vitaminas de la planta. Esta colaboración se traduce en un desarrollo más vigoroso y rápido de la planta, así como en una mayor producción. Sin embargo, cuando se utilizan sustratos comerciales o se emplean productos químicos de desinfección en los suelos, se puede interrumpir esta asociación.
Las micorrizas también aumentan la zona radicular de la planta, ya que las hifas del hongo crean una red de Hartig alrededor de las raíces, lo que mejora la absorción de nutrientes. Además, estas simbiosis mejoran la asimilación de nutrientes del suelo, aumentando la disponibilidad de fosfatos, nitrógeno, cobre, zinc, manganeso, calcio y magnesio.
Otro beneficio de las micorrizas es la mejora de la resistencia de las plantas ante condiciones de sequía. Estas simbiosis permiten un mejor almacenamiento de agua en las plantas, lo que las hace más resistentes a la falta de agua y requieren menos riego para sobrevivir.
Las micorrizas también pueden ofrecer cierto control de patógenos, ya que generan una barrera protectora en las raíces que impide la entrada de patógenos. Aunque todavía se están realizando investigaciones para determinar su efectividad total, se ha observado que las plantas micorrizadas son menos susceptibles a enfermedades como la botrytis y el phytium.
Tipos de micorrizas
Existen diferentes tipos de micorrizas, pero los dos más destacados son las ectomicorrizas, donde las hifas del hongo se ubican sobre y entre las células de la raíz, y las endomicorrizas, donde las hifas penetran en el interior de la raíz formando vesículas alimenticias y arbúsculos.
Cómo aplicar micorrizas
Las micorrizas se pueden aplicar directamente en la zona radicular para obtener la máxima efectividad. Se recomienda añadir la dosis indicada en cada trasplante, en contacto con las raíces al descubierto de los bordes y fondo de los surcos o macetas. También se pueden utilizar formulaciones líquidas diluidas en agua, que se pueden aplicar en cualquier momento del cultivo, como en las semillas o en el momento de la siembra.
¿Merece la pena comprar micorrizas?
Definitivamente, comprar micorrizas vale la pena. Comparando el desarrollo de una planta micorrizada con una que no lo está, se puede apreciar una clara diferencia en tamaño, vigor y rendimiento. Además, las micorrizas tienen un costo relativamente bajo y su aplicación puede tener un impacto significativo en el sistema radicular y el crecimiento de las plantas.
FAQs
¿Cuáles son los beneficios de las micorrizas para las plantas?
Las micorrizas proporcionan nutrientes, minerales y agua a las plantas, lo que se traduce en un desarrollo más vigoroso y rápido, así como en una mayor producción.
¿Cómo se aplican las micorrizas?
Se recomienda aplicar las micorrizas directamente en la zona radicular, entrando en contacto con las raíces al descubierto en los surcos o macetas.
¿Cuál es el precio de las micorrizas?
El precio de las micorrizas puede variar dependiendo del fabricante, calidad y pureza de las esporas. Los precios suelen oscilar entre $280 y $600 por kilogramo.
Conclusión
Las micorrizas son una forma de simbiosis beneficiosa para las plantas, en la cual tanto el hongo como la planta obtienen beneficios mutuos. Estas asociaciones mejoran el desarrollo de las plantas, la absorción de nutrientes y la resistencia a condiciones adversas como la sequía. Comprar micorrizas puede ser una inversión rentable para potenciar el crecimiento y rendimiento de nuestras plantas.
Imagen: Interacción Planta Microorganismo