La retama, según la Biblia, es un arbusto especial que tiene un profundo simbolismo. En hebreo, se le llama ró-them y se refiere a un arbusto que se encuentra en áreas áridas.
Descripción de la retama
Este arbusto tiene raíces fuertes que ayudan a contener las dunas de arena en zonas desérticas como el desierto de Judea y la península del Sinaí. Además, se ha observado que también crece en barrancos y terrenos rocosos, incluso en las cimas de las montañas.
La retama puede alcanzar una altura de hasta 4 metros y sus ramas son delgadas y similares a varillas. Sus hojas son rectas y estrechas, y sus flores, delicadas, forman pequeños racimos de color blanco y rosado. Estos racimos de flores embellecen las laderas de las montañas, creando un panorama maravilloso.
Referencias bíblicas de la retama
La retama se menciona en varios pasajes de la Biblia. Por ejemplo, Elías, mientras huía de la malvada reina Jezabel, se refugió debajo de una retama en el desierto. Es posible que no hubiera otro lugar donde resguardarse y que encontrara sombra bajo este arbusto.
En el desierto, la retama también se utilizaba como combustible, ya que su madera se convertía en un carbón de calidad que proporcionaba calor al arder. Aunque no es comestible debido al sabor amargo de sus raíces y a su olor desagradable, se menciona en la Biblia que algunas personas la consumían mientras viajaban por el desierto.
En la época de Job, es muy probable que existieran diferentes tipos de retama, como la blanca, que aún crece hoy en día, o el hongo comestible llamado «hopo de zorro». Es posible que Job mencionara la retama para mostrar que se pueden hacer cosas buenas con las hojas de este arbusto.
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