Quedan en libertad el asesino a sueldo y su contratista de la asistenta

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La Audiencia de Toledo ha ordenado la liberación de un sicario y el hombre que le contrató para asesinar a su asistenta. Esta decisión se tomó para no superar el plazo máximo establecido por la ley española para la prisión provisional, que es de dos años, ampliable a cuatro. Ambos acusados llevaban más de dos años en prisión preventiva.

Siete disparos

La trágica mañana del crimen, Mercedes Martín Ayuso, una madre de 41 años y con dos hijos, salió de su casa en coche para llevar a su hijo de 12 años al colegio. En ese momento, el conductor de un Seat León negro le bloqueó el paso, bajó del vehículo y le disparó siete veces a quemarropa a través de la ventanilla del conductor. Uno de los disparos alcanzó el pulmón de la mujer, quien falleció en el acto. Dos de los disparos impactaron en las piernas del niño, quien estuvo hospitalizado durante ocho días y todavía sufre secuelas psicológicas.

El rastro del delito

Tras el tiroteo, la Guardia Civil arrestó al presunto autor intelectual del asesinato, Raúl Romero, un malagueño con múltiples antecedentes penales, incluyendo delitos de robo, hurto, falsificación de documentos, conducción sin permiso y conducir bajo los efectos del alcohol. Romero intentaba regresar a Cataluña después de cometer el crimen, pero tuvo un accidente de tráfico en el viaje, lo que complicó su huida y facilitó su arresto en la estación de autobuses de Utiel, en Valencia. Durante el registro de su equipaje, los agentes encontraron el arma del crimen, una pistola con el número de serie borrado, y un teléfono móvil apagado y sin batería que resultó crucial para la investigación.

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Los desterrados

La investigación reveló que poco después de asesinar a la mujer, Romero llamó por teléfono a otro hombre que era conocido de la víctima. Se trata de Luis del Castillo, alias ‘el Vaca’, quien vivía en Badalona, cerca de Romero, desde hacía algunos meses. Del Castillo tenía antecedentes por estafa, hurto y pertenencia a una organización paramilitar. La pareja había sido «desterrada» de su pueblo por «conductas inapropiadas» según los «códigos mercheros» debido a varios incidentes que involucraban a Mercedes.

Venganza y amenazas

Mercedes trabajaba como asistenta en la casa de Luis del Castillo y su mujer, Mari Carmen Medrano, hasta que surgieron desavenencias en diciembre de 2016. Según la hija mayor de Mercedes, su madre había presenciado algunos encuentros extramatrimoniales de Mari Carmen, lo cual provocó tensiones en la relación entre ellos. Del Castillo amenazaba constantemente a Mercedes por no revelar la verdad sobre las infidelidades de su esposa. En una ocasión, incluso amenazó de muerte a Mercedes y su familia mientras limpiaba una pistola en el patio de su casa. La situación se volvió insostenible y Mercedes decidió denunciar las amenazas a la familia de Del Castillo.

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Un contrato mortal

Una vez que Del Castillo y su mujer se instalaron en Badalona, él contactó con Romero para vengarse de los problemas que habían tenido con Mercedes. Fue fácil para Del Castillo encontrar a Romero, ya que se movían en los mismos círculos delictivos. Romero, quien acababa de salir de prisión y tenía problemas económicos, aceptó el contrato para quitarle la vida a Mercedes a cambio de dinero.

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El pago y el juicio

La investigación no pudo determinar la cantidad exacta que Del Castillo pagó por el asesinato, pero se descubrió que la mujer de Romero recibió varios pagos de 400 euros en su cuenta bancaria en los dos meses siguientes al crimen. La Fiscalía acusa a Del Castillo y su mujer de asesinato y asesinato en grado de tentativa, y solicita una pena de 40 años de prisión para cada uno. A Romero, el presunto sicario, se le atribuye también un delito de tenencia ilícita de armas y otro de robo con fuerza, y se le pide una pena de 46 años de prisión. El próximo junio, serán juzgados por un jurado popular, pero mientras esperan el juicio, todos ellos permanecerán en libertad.

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