El poder del miedo en manos de la derecha
El miedo es una poderosa arma utilizada por la derecha para restringir nuestra libertad. Ahora, con el Anteproyecto de Ley Orgánica de Seguridad, están perfeccionando su uso. Como dijo Erich Fromm en «El miedo a la libertad»: «El fascismo es un problema económico y político, pero su aceptación por parte de todo un pueblo ha de ser entendida sobre una base psicológica».
Los recientes atentados en París, uno de ellos en respuesta a las caricaturas de Mahoma (no como justificación, el terrorismo no necesita justificaciones) y el otro sin ninguna excusa aparente, han sido la excusa perfecta para que los gobiernos menos arraigados en convicciones democráticas profundicen en la psicología de masas e impongan el miedo como ideología dominante.
No nos engañemos, el anteproyecto de Ley Orgánica de Seguridad en España no se ha elaborado en respuesta al ataque a Charlie Hebdo. Ha estado en proceso desde hace al menos 8 meses, desde la irrupción de Podemos y el cambio de dirección en el PSOE con la salida de Rubalcaba. La derecha entró en pánico por el crecimiento de Podemos y la deriva política de Pedro Sánchez (a pesar de que tanto el PSOE como Podemos han puesto en primer plano la política y las libertades).
¿Qué podemos pensar al leer esto: «El Gobierno establecerá los criterios relativos a la preparación y disponibilidad de los recursos humanos y materiales no propiamente militares para satisfacer las necesidades de la Defensa Nacional en situaciones de grave amenaza o crisis, teniendo en cuenta para su aplicación los mecanismos de cooperación y coordinación existentes entre los diferentes poderes públicos»?
En mi opinión, este párrafo debería ser suficiente para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, el gobierno del Partido Popular, heredero del franquismo, quiere desarrollar este párrafo en una nueva Ley Orgánica. Podría ser suficiente con una regulación de menor calado jurídico, pero curiosamente, eso no se plantea.
El pretexto de una Ley Orgánica permite al gobierno, en plena campaña electoral, tener presencia en los medios y en el «debate político» a través de dos conceptos: seguridad y miedo. El párrafo citado anteriormente ya debería ser suficiente para garantizar la seguridad, pero el gobierno no puede utilizar lo que realmente quiere y necesita: el miedo como arma contra la libertad.
Un simple desarrollo normativo del artículo 22 de la Ley Orgánica de la Defensa Nacional sería una noticia de un solo día y se enfrentaría a numerosos recursos legales. Sin embargo, el proceso de una Ley de Seguridad, de carácter orgánico, permite infundir miedo en los ciudadanos.
Como dijo Fromm, explicando el surgimiento y el triunfo del nazismo: «Los obreros seguían afiliados a sus respectivos partidos y, conscientemente, no dejaron de creer en sus doctrinas; pero en lo profundo de su conciencia, muchos de ellos habían perdido toda esperanza en la eficacia de la acción política».
En resumen, el miedo es utilizado como herramienta de campaña electoral y como arma contra la libertad.
Vale.