La xesta, también conocida como retama, hiniesta o genista, es una planta que abunda en las cuencas de los ríos españoles. En la Edad Media, se utilizaba para alejar los males, y hoy en día, la industria farmacéutica ha redescubierto algunas de sus propiedades. En este artículo, te revelaremos los beneficios de la xesta y todo lo que puede aportar a tu vida.
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Beneficios impresionantes de la xesta o retama
En Galicia, la xesta ha sido utilizada durante siglos como un amuleto contra diversas enfermedades. La tradición perdura hasta el día de hoy, donde se acostumbra colgar un ramo de esta planta en puertas o incluso en los coches antes del 1 de mayo. Además, se ha empleado para hacer escobas, como remedio natural y como combustible.
En botánica, se conoce a la xesta como «Retama sphaerocarpa. La industria farmacéutica extrae de su corteza y ramas un alcaloide llamado d-esparteína, que se utiliza en muchos medicamentos. Sin embargo, se debe tener precaución, ya que su uso debe ser controlado debido a su toxicidad.
El uso más extendido de la retama se encuentra en sus flores. Tradicionalmente, se han elaborado ungüentos para tratar fiebres y afecciones respiratorias. En la actualidad, las infusiones diuréticas a base de retama están de moda.
Incluso, puedes encontrar la retama como un plato gourmet, preparada en escabeche en vinagre, similar a las alcaparras. Además, la industria cosmética elabora aceites a base de retama, que se utilizan como base para perfumes. La aromaterapia, por su parte, cree que la retama puede ayudar a combatir estados depresivos. Incluso nuestras bisabuelas sabían cómo elaborar un tinte amarillo a partir de las flores de la retama, por eso también es conocida como retama de tintoreros.
Como puedes ver, la xesta tiene muchos usos y es muy accesible. Se encuentra en las riberas de los ríos y en lugares no cultivados. Basta con dar un paseo por la cuenca del Ebro, desde Navarra hasta Tortosa, o por el Tajo, casi hasta su desembocadura, para admirar sus largas ramas y sus pequeñas flores amarillas.
En muchas regiones, la xesta es considerada una «especie invasora», por lo que se intenta controlar su expansión. Antiguamente, los pastores la arrancaban para mantener sus pastos, y hoy en día se utiliza para rehabilitar bosques, especialmente después de incendios.
La xesta recibe diferentes nombres según la región donde te encuentres. Xesta, retama, hiniesta… También es conocida como genista. De hecho, aparece mencionada en la canción «Mediterráneo» de Serrat: «En la ladera de un monte, más alto que el horizonte, quiero tener buena vista. Mi cuerpo será camino. Le daré verde a los pinos y amarillo a la genista».
La apreciada miel de retama
La miel elaborada a partir de la retama merece una mención aparte, ya que es muy codiciada. A pesar de que sus flores son fáciles de encontrar, suelen mezclarse con otras plantas, por lo que es difícil encontrar una miel de retama 100% pura. Este tipo de miel se produce principalmente en Andalucía y en Canarias, donde la miel del Teide es especialmente famosa.
La miel de retama es rica en minerales como el potasio, magnesio, calcio, hierro y zinc, así como en vitaminas A, B y C. Se puede utilizar para endulzar bebidas y para elaborar diversos postres. Además, tiene propiedades antisépticas y resulta beneficiosa en casos de enfermedades respiratorias y para facilitar la digestión. Incluso hay quienes la utilizan tópicamente para tratar quemaduras o picaduras de insectos.
Si buscas esta miel en herbolarios, también se la conoce como miel de aliaga, miel de lluvia de oro o miel de retama amarilla. Tiene un color rojizo y un sabor dulce con notas saladas.
¿Sabías que la retama tiene diferentes colores?
En España, la retama más conocida es la de color amarillo, también conocida como «lluvia dorada». Sin embargo, existen muchas especies agrupadas dentro de la misma familia.
Es importante tener cuidado con la denominada «retama negra». Aunque sus flores también son amarillas, son más grandes y tienen una forma distinta. Esta variante es la más tóxica, ya que contiene aminas y alcaloides.
Además, existen variedades como la retama roja, la retama de olor (también conocida como gayomba), la retama enana, la retama blanca y la retama canaria. Todas estas flores son muy apreciadas en jardinería para la elaboración de plantas ornamentales. La retama no requiere muchos cuidados, crece de forma silvestre y puede cultivarse en jardines y macetas. Es resiliente ante la sequía, siempre y cuando esté protegida de las heladas y crezca a pleno sol. Como arbusto, puede llegar a alcanzar fácilmente los tres metros de altura.
La retama o xesta crece en toda la geografía española y sus flores son muy valoradas desde tiempos remotos. Esta planta es un remedio natural contra diversas afecciones y tiene usos en farmacia, cosmética, dermatología, jardinería y gastronomía. Como puedes ver, ¡es una planta fascinante y versátil!
Recuerda que si deseas obtener más información sobre la xesta y sus beneficios, puedes visitar Una Planta, donde encontrarás valiosos recursos y consejos relacionados con la naturaleza y el bienestar.