¡Descubre todo sobre el ojo de gallo en el pie y cómo deshacerte de él! Esta afección, también conocida como heloma plantar, es muy común y puede resultar molesta. En este artículo te explicaremos qué es, cómo tratarlo y cómo prevenirlo. ¡No te lo pierdas!
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¿Qué es un heloma?
Un heloma plantar es una hiperqueratosis localizada, es decir, una lesión con bordes bien definidos que crece hacia capas más profundas de la piel del pie. A diferencia de las durezas, los helomas plantares son más superficiales.
Síntomas
- Tienen una forma redondeada.
- Presentan una coloración oscura.
- Sus bordes están bien definidos.
- Suelen estar cubiertos de células muertas y descamadas, conocidas como durezas, que tienen un color amarillento.
- En general, pueden resultar dolorosos o incómodos, dependiendo de la zona y la profundidad.
Tipos y clasificación
Existen varios tipos de helomas según la zona del pie donde aparecen. Algunos se originan por un exceso de fricción entre la piel y el calzado, mientras que otros se producen por la presión entre los huesos de los dedos:
– Clavo plantar o heloma plantar
Están localizados en la planta del pie y suelen generar dolor al rozamiento o al caminar, generando una sensación similar a pisar un «clavo» en cada paso.
– Heloma dorsal
Se sitúan en la parte superior de los dedos debido a la fricción que sufren con el calzado. Son frecuentes en personas con patologías como dedos en garra, martillo o mazo.
– «Ojo de gallo en el pie» o heloma interdigital
En este caso, la fricción y presión se produce por el roce de los huesos de los dedos. Esta lesión se localiza con más frecuencia entre el cuarto y el quinto dedo.
– Heloma de fondo de saco
Se encuentran en la zona «blanda» que une dos dedos del pie. Suelen ser dolorosos y aparecen con más frecuencia entre el cuarto y el quinto dedo.
Causas del ojo de gallo en el pie y el heloma plantar
– Incorrecta forma de pisar
La forma en la que distribuimos el peso y apoyamos nuestro cuerpo es diferente en cada persona. Si no corregimos una mala pisada, es probable que aparezcan callos, durezas y helomas en los mismos puntos.
– Falta de hidratación
Hidratar diariamente la piel de los pies con cremas específicas, como la U20 de Podoactiva, es clave para prevenir esta patología y recuperar la elasticidad y suavidad de la piel del pie.
– Calzado y calcetines
El uso de zapatos o zapatillas que oprimen las puntas de los pies provoca un mayor roce y fricción en cada paso. Es importante evitar las puntas estrechas y el uso de tacones. Los calcetines actúan como barrera protectora entre la piel y el calzado. ¡Recuerda ponértelos correctamente para evitar arrugas!
– Otras patologías
Las personas con juanetes, dedos en garra, mazo o martillo son más propensas a sufrir helomas plantares. También son más frecuentes en aquellas que están tratando los síntomas del cáncer en el pie o en alguna otra parte del cuerpo.
Tratamientos del ojo de gallo en el pie y el heloma plantar
Es importante acudir a un profesional para determinar el origen de la lesión. En muchas ocasiones, hay patologías que pueden confundirse entre sí. Por ejemplo, tratar en casa un papiloma en el pie como si fuera un heloma puede empeorar la situación y extender la infección. Son dos patologías que requieren tratamientos diferentes.
Los tratamientos más frecuentes son:
– Quiropodia
En este tratami ento podológico, la deslaminación es fundamental para eliminar las células muertas de la piel más superficiales, también conocidas como hiperqueratosis o durezas. Tras la deslaminación, el podólogo tratará capas más profundas de la piel y realizará la enucleación del heloma (retirada profunda) con instrumentos específicos.
– Estudio biomecánico de la pisada
Un completo análisis de la pisada permitirá al podólogo conocer los puntos de mayor presión del paciente. Según el resultado, se podrán utilizar plantillas personalizadas para reequilibrar las presiones y evitar la aparición de hiperqueratosis plantares a corto y largo plazo.
– Callicidas
Este producto químico no elimina la causa del problema, sino que genera una herida y quemadura en la piel que agrava la situación.
La cirugía solo se considera como opción de tratamiento cuando otros métodos no han dado resultado.
¿Cómo puedo prevenir la aparición del ojo de gallo en el pie o heloma plantar?
– Higiene
Una higiene adecuada nos protegerá de infecciones en la piel y las uñas de los pies. Además, es fundamental secar bien la zona situada entre los dedos después de la ducha.
– Hidratación
Es importante aplicar cremas específicas para los pies diariamente, especialmente antes de dormir, para prevenir la aparición de muchas lesiones en la piel.
– Calzado
El calzado debe ser cómodo y amplio de horma para evitar la opresión del pie. Es aconsejable evitar el uso excesivo de zapatos de tacón. También es recomendable intercalar el calzado y no utilizar el mismo durante meses para evitar la fricción y presión en las mismas zonas.
– Piedra pómez
La piedra pómez nos ayuda a eliminar las pieles muertas que se acumulan en la piel superficial del pie y así prevenir la aparición de durezas. No es un tratamiento en sí, simplemente es un complemento.
– Visitar al podólogo
Una visita regular al podólogo nos ayudará a mantener nuestros pies siempre en buen estado.
En definitiva, aunque los helomas sean un problema frecuente, no debemos restarles importancia. Cuando aparecen en los pies, nos indican que algo no va bien.
Caso clínico: heloma dorsal en paciente diabético
Antecedentes
A nuestras clínicas Podoactiva acudió una paciente de 57 años con diabetes. La paciente tenía un historial de más de 10 años de evolución y anteriormente había sufrido úlceras en el pie debido a un mal control de la enfermedad.
Consulta y diagnóstico
La paciente acudió a la consulta con una rozadura en el quinto dedo en la zona dorsal del pie derecho, causada por un mal uso de calzado. La inspección reveló un aumento de la temperatura y un enrojecimiento, lo que podría indicar una infección subyacente. Se realizó una radiografía del dedo para evaluar el posible daño óseo y la afectación de la cortical. Además, se llevó a cabo un test para descartar una comunicación de la herida con el hueso.
Tratamiento
En la radiografía se observó un buen estado externo del hueso, pero se sospechaba de un posible inicio de infección interna. Por este motivo, se prescribió un tratamiento antibiótico oral. También se realizaron curas con fieltros y apósitos específicos y se recomendaron zapatos ortopédicos de ancho especial durante el tratamiento.
Evolución
- Primera semana: se observó una evolución positiva y se continuó con el tratamiento.
- Segunda semana: el tratamiento siguió evolucionando correctamente.
- Tercera semana: se decidió cambiar las curas a lavados con suero y betadine y se mantuvo el uso de los fieltros y el calzado ortopédico de ancho especial.
- Cuarta semana: se concedió el alta a la paciente con una serie de consejos debido a su condición de pie diabético de riesgo.
Es de vital importancia realizar un control podológico frecuente en los pacientes que padecen diabetes, ya que pueden presentar alteraciones neurológicas y vasculares que deben ser detectadas precozmente para evitar úlceras o infecciones que puedan suponer un riesgo para la salud.
¿Crees que puedes tener un heloma en el pie? En Podoactiva podemos ayudarte. Consulta en tu clínica Podoactiva más cercana o contáctanos en el 974 231 280 o enviando un correo a [email protected].
¡Cuida tus pies y manténlos siempre en buen estado! Recuerda que una buena salud podal es fundamental para tu bienestar general. Una Planta