Cómo plantar habas: ¡Descubre el secreto para cultivar esta deliciosa legumbre!

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Las habas, también conocidas como fabes, son plantas pertenecientes a la familia de las leguminosas, al igual que los guisantes, las judías, las lentejas, la soja y los cacahuetes. Esta hortaliza es muy fácil de cultivar, productiva y no requiere de mucha atención. Después de la agitación del huerto en verano, las habas se convierten en una excelente opción para aprovechar las macetas y seguir cosechando vegetales frescos.

¿Qué debes saber para cultivar habas?

Siembra de habas

Las semillas de las habas son grandes y germinan rápidamente. Existen tres formas diferentes de iniciar su cultivo: preparar semilleros, hacer una siembra directa o adquirir plantel.

Según un refrán popular, «si quieres tener unas buenas habas, siémbralas por la virgen del Pilar», es decir, el 12 de octubre. Este cultivo se inicia durante el otoño o el invierno, dependiendo del clima de tu región. En zonas con inviernos suaves, se suelen sembrar en otoño, mientras que en regiones más frías, se realiza a finales de invierno. Para germinar, las semillas requieren temperaturas entre 5ºC y 25ºC.

En mi opinión, es mejor evitar trasplantar semillas que germinan bien si se siembran directamente en el suelo. Simplemente haz un agujero en el sustrato, riega ligeramente y coloca dos o tres semillas en cada maceta (o con una separación de 30 cm si utilizas jardineras).

Cubre las semillas con tierra, vuelve a regar y no vuelvas a hacerlo hasta que aparezcan las primeras hojas. Un riego excesivo al momento de la siembra puede provocar que las semillas de habas y de otras leguminosas se pudran antes de germinar.

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Cómo plantar habas en maceta

Sin importar si has optado por semilleros o siembra directa, deja que las 2 o 3 plantas que germinen crezcan. Normalmente, cuando sembramos dos o tres semillas, esperamos a que germinen y eliminamos las más débiles, conservando solo una planta. Sin embargo, las habas son una excepción a esta regla. Te animo a experimentar y cultivar una, dos o tres semillas en macetas separadas para observar cómo se desarrollan y si esto afecta su productividad.

Recuerda que las habas también son adecuadas para ser cultivadas como abono verde. Puedes considerar esta opción en inviernos en los que no desees o no puedas dedicarte al huerto.

Sustrato

Si estás comenzando tu huerto urbano con un sustrato nuevo, elige uno universal o diseñado específicamente para huertos. No es necesario añadir nada más al momento de la siembra o trasplante, las plantas encontrarán todo lo que necesitan en él.

En caso de reutilizar un sustrato previo, es importante tener en cuenta que las habas tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, por lo que no requieren un sustrato demasiado rico en nutrientes. Si en tu huerto urbano previo cultivaste tomates y pimientos durante el verano, simplemente remueve el sustrato y podrás sembrar las habas sin necesidad de agregar nada más.

Tamaño de la maceta

Ten en cuenta que las habas necesitan un mínimo de 5 litros de espacio por planta. Si vas a sembrar 3 semillas, necesitarás una maceta de al menos 15 litros. En caso de utilizar jardineras, mantén una separación de 30-40 cm entre los grupos de semillas.

Ubicación

Las habas prefieren estar expuestas a pleno sol. Aunque también se adaptan a ubicaciones semisombreadas, la falta de sol directo puede ocasionar que las plantas crezcan demasiado alargadas y resulten menos productivas.

Asociaciones de cultivo

Las habas se llevan bien con el maíz y la col. Sin embargo, son incompatibles con la judía, el guisante, la cebolla y el ajo.

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Cuidados durante el cultivo de habas

Las habas son plantas resistentes y fuertes. Pueden soportar las frías noches de invierno, siempre y cuando la temperatura no baje de los -3°C.

Riego

Riega de manera regular pero espaciada. Si has comenzado tu huerto en verano, es probable que estés acostumbrado a regar de forma abundante. Sin embargo, las habas requieren menos agua que las hortalizas de verano y la frecuencia de riego puede disminuir si el otoño o invierno son lluviosos, evitando la necesidad de regarlas con frecuencia.

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Observa el aspecto de la planta: si luce saludable, con tallos erguidos y hojas en buen estado, no necesita agua adicional.

Tutores

Las habas no requieren de tutores debido a que sus tallos son fuertes y no tienden a doblarse. Sin embargo, si tu huerto se encuentra en una terraza o balcón donde suele haber viento, es recomendable brindarles un poco de apoyo.

Protégelas colocando las macetas cerca de una pared o utiliza tutores en forma de valla para evitar que se caigan.

Momento de cosechar las habas

Para determinar el momento de cosecha, debes guiarte por la apariencia y tacto de las vainas, no por su longitud. Si esperas a que alcancen un tamaño demasiado grande, los granos en su interior pueden volverse duros y poco agradables al paladar. La mayoría de los sobres de semillas indican la cantidad de legumbres que se formarán en su interior, lo cual puede servirte como referencia.

Conservación de semillas

Permite que algunas vainas crezcan y se sequen en la planta. Luego, ábrelas, retira las semillas y guárdalas cuando estén duras y secas al tacto.

Variedades de habas

Existe una amplia variedad de habas disponibles, incluyendo algunas de ciclo corto que se pueden cosechar a los 2 meses de la siembra, habas baby (con vainas más cortas) y habas con diferentes longitudes y cantidad de granos por vaina.

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Si en tu zona el invierno es muy frío, también hay variedades de habas más resistentes a bajas temperaturas.

¿Sabías que las habas no solo se comen desgranadas? También pueden consumirse con su vaina, al igual que las judías o las habichuelas. Puedes preparar una deliciosa tortilla de habas con vaina, siempre y cuando las coseches cuando estén tiernas.

Plagas y enfermedades de las habas

Pulgón negro que aparece sobre las habas
Pulgón negro (Aphis fabae) que aparece en las habas.

Las abejas y abejorros son insectos que ayudan en la polinización de las flores de las habas. No los asustes, ya que son muy importantes para el cultivo. De hecho, muchas de las primeras flores de las habas no logran desarrollarse hasta que estos polinizadores empiezan a aparecer en tu huerto.

La plaga más común en las habas es el pulgón negro (Aphis fabae), que suele aparecer en las partes más tiernas de las plantas. Por lo general, coincide con la época de cosecha, así que no te preocupes demasiado a menos que aún no hayan surgido las primeras flores.

Si las vainas ya están creciendo, simplemente corta la punta afectada. Y si aún es demasiado temprano, los guantes de cocina y un balde con agua para limpiarte los dedos son el mejor insecticida que puedes utilizar (y el más respetuoso con el medio ambiente).

Mi experiencia cultivando habas en maceta

A nivel personal, cada año siembro habas en dos tipos de macetas: unas con un diámetro de 30 cm y una altura de 40 cm, y otras cuadradas de 25×25 cm. En las macetas más grandes siembro 4 semillas, mientras que en las más pequeñas coloco 3.

Y sin problemas, las habas suelen ser muy productivas y tiernas. Me encanta comerlas crudas, ¡son como golosinas!

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