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Una planta con muchos nombres y un encanto indiscutible
Si aún no conoces el misterio que envuelve a la protagonista de este mes, permíteme darte un par de pistas: su flor y sus tallos te dejarán sin palabras. Aunque los nombres que recibe, como «starfish plant» (planta de estrella de mar), «carrion-flower» (flor de la carroña) o «flor del lagarto» no parecen tener relación alguna entre sí. Pero si echamos a volar nuestra imaginación…
La forma, textura y jugosidad de los pétalos de esta curiosa planta nos recuerdan a las delicadas extremidades de una estrella de mar. Su flor, aunque pequeña, es espectacular y de una belleza inigualable. Además, desprende una fragancia irresistible para los insectos pero apenas perceptible para los humanos. ¿Y qué hay de los tallos? Son gruesos, angulares, rígidos e incluso espinosos. Podrían pasar fácilmente por una cola de lagarto con espinas en el desértico continente africano.
Exactamente, estamos hablando del género Orbea (antes conocida como Stapelia) y, más específicamente, de la especie Orbea variegata.
¿Por qué hablar de Orbea variegata este mes?
Porque este año, a finales de mayo, ha florecido en Suculentopedia y merece un homenaje. Aunque la mayoría de las páginas afirman que esta planta florece a finales de verano, en nuestro vivero hemos comprobado que ha adelantado su floración.
Dentro del grupo de plantas al que pertenece (Orbea, Stapelia y otras similares), Orbea variegata es la especie más cultivada fuera de su hábitat natural, la provincia del Cabo Occidental en Sudáfrica. Esto se debe, en gran parte, a su historia, ya que parece haber sido una de las primeras plantas en formar parte de las colecciones europeas en el siglo XVII, además de ser fácil de cultivar.
Su crecimiento es sencillo. Como muchas otras suculentas, necesita ser regada una vez al mes durante el invierno y una vez a la semana en verano. Prefiere ambientes luminosos, pero debemos evitar la luz solar directa e intensa del verano. ¿Te imaginas tenerla en un balcón orientado al este o en un rincón de la terraza bien iluminado? Incluso podría adaptarse perfectamente debajo de una planta arbustiva que le proporcione sombra.
Pero lo más destacable de esta planta, y la razón por la que tengo varias en mi casa, es su flor.
Aunque pequeña, es muy llamativa y, desde el punto de vista botánico, ¡es una auténtica joya entre las plantas con flores!
Además, su nombre científico, «variegata,» hace referencia a su complejidad estructural y variedad, ya que presenta diferentes colores en forma de anillo en su flor.
Aunque cada planta es única y es difícil encontrar dos flores idénticas, todas comparten una estructura común.
¿Qué hace que las flores de Orbea y Stapelia sean tan especiales?
Al igual que en muchas otras flores de angiospermas (plantas con flor), las corolas de estas plantas suculentas destacan por sus colores vibrantes, rodeadas por sépalos discretos y pequeños. Sin embargo, lo que realmente llama la atención en estas flores de unos 5 cm de diámetro es su textura rugosa y su patrón de colores variegados, con manchas y formas de diferentes tonalidades.
Como cualquier otra flor bisexual, Orbea y Stapelia tienen un gineceo (ovario, pistilo y estigmas) y un androceo (esporangios que producen polen junto con su estructura de soporte).
Pero lo más destacado de las Asclepiadáceas (la familia a la que pertenecen tanto Orbea como Stapelia) es la estructura que rodea al gineceo y al androceo, así como la peculiaridad del androceo en sí mismo.
El androceo y su capacidad de manipular a los insectos
En muchas otras familias de plantas, los esporangios masculinos (que producen los granos de polen) se encuentran en las anteras, sueltos y dispuestos en unos estambres filamentosos que normalmente están unidos a la corola.
Sin embargo, en las flores de esta familia, estos esporangios, los cuales llamaremos polinios a partir de ahora, se agrupan en una masa compacta y se unen entre sí mediante un aparato denominado traslator.
¿Sabías que las flores de tu Orbea manipulan a los insectos?
El traslator es una estructura que sirve para dispersar el polen, adhiriéndose a las patas de los insectos polinizadores. La naturaleza ha inventado formas tan llamativas como las ventosas o las pinzas que usamos los humanos a diario. Los traslatores de Orbea se adhieren a las patas de las moscas y otros insectos polinizadores, y lo hacen en miniatura, ya que miden menos de medio milímetro.
El ginostemo y su singularidad
Por otro lado, los estambres de estas flores están deformados y presentan unos curiosos apéndices con forma de espátula o bifurcados. Algunos se extienden sobre la corola, mientras que otros se doblan hacia dentro y hacia arriba, contactando con los polinios y los estigmas.
Esta peculiar estructura se conoce como ginostemo y es lo que hace que la flor de Orbea y otras plantas similares sean tan complejas y únicas.