La Catedral de Santiago y sus capillas: Un tesoro del románico español

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Catedral de Santiago

Bienvenidos a un recorrido por la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela. Este magnífico templo, inspirado en las iglesias de peregrinación románicas francesas, destaca por su planta de cruz latina y sus imponentes dimensiones. Adentrémonos juntos en sus maravillas arquitectónicas y descubramos las capillas que albergan secretos y tesoros.

El esplendor de las naves principales

La Catedral de Santiago te recibe con su imponente nave principal, que se extiende a lo largo de unos impresionantes 94 metros. El transepto, más amplio de lo habitual, alcanza los 63 metros en dirección norte-sur. Estas dimensiones convierten a la Catedral en el mayor exponente del estilo románico en España.

La nave central está cubierta por una bóveda de cañón, mientras que las laterales presentan bóvedas de arista. Los volúmenes se distribuyen de manera elegante, con arcos de medio punto que culminan en un triforio. Esta característica otorga a las naves una singular esbeltez y claridad, permitiendo que la luz se filtre a través de las imponentes cristaleras de la fachada principal.

El coro del pasado y la cabecera impresionante

En el pasado, el majestuoso coro de piedra del Maestro Mateo dominaba el centro de la nave mayor. Hoy en día, podemos apreciar parte de esta obra en el Museo Catedralicio. Sin embargo, en 1608, fue reemplazado por un coro renacentista de madera que fue desmontado en 1946, permitiendo una vista despejada hacia el altar.

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En la cabecera de la Catedral, encontramos un deambulatorio que rodea al altar mayor. Su objetivo es facilitar el acceso a las capillas radiales y al mausoleo subterráneo que alberga valiosas reliquias.

Capilla de Santiago

Capillas llenas de historia y arte

Las capillas de la Catedral de Santiago nos invitan a un viaje a través del tiempo y el arte. Algunas de ellas se han unido o reformado a lo largo de los siglos, hasta llegar a las dieciséis que podemos admirar hoy en día. Además de estas capillas, encontramos la cripta apostólica, la cripta del Pórtico de la Gloria y la parroquia independiente de la Corticela.

En el brazo principal de la Catedral, se abren cuatro capillas. Destacan la capilla de la Comunión, de estilo neoclásico, y la del Santo Cristo de Burgos, que data del siglo XVII. Acompañando estas capillas, encontramos otras dos construidas en el siglo XVI, destinadas a albergar colecciones de reliquias, el Panteón Real y el Tesoro del Museo Catedralicio. Estas últimas requieren la entrada al museo para su visita.

Joyas en la girola

Continuando nuestro recorrido por los brazos del crucero, nos adentramos en la girola, donde encontramos maravillosas arquitecturas y piezas artísticas de diferentes épocas. Las capillas de San Bartolomé y San Juan, de planta románica, y la de Santa María la Blanca del gremio de los plateros, son algunas de las destacadas. En el centro de la girola, se encuentra la capilla del Salvador, que marca el inicio de la construcción románica en el año 1075. Es en este lugar donde los peregrinos recibían la Comunión y se les entregaba una carta que acreditaba su peregrinación. A su lado se encuentra la Puerta Santa, que solo se abre en los Años Santos para que los creyentes puedan obtener la absolución plenaria.

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Capilla del Salvador

En dirección sur, nos encontramos con las capillas de la Azucena, de planta románica, y la de Mondragón, que alberga un Descendimiento de terracota del siglo XVII. En el extremo derecho del deambulatorio, la opulenta capilla del Pilar nos sorprende con su decoración barroca, adornada con mármoles, jaspes y motivos relacionados con la peregrinación, como las vieiras y la cruz de Santiago.

Tesoros en los brazos del crucero

Siguiendo nuestro camino desde la girola hacia la puerta de Platerías, encontramos el sepulcro del obispo Teodomiro, descubridor del sepulcro en el siglo IX. Este se sitúa junto a la salida del Pórtico Real, que en la actualidad alberga una tienda de la Catedral. En esta zona también se encuentra una pila bautismal del siglo XI y el Tímpano de Clavijo, la primera representación conocida de Santiago Matamoros del siglo XIII.

Al otro lado, en dirección a la puerta de la Acibechería, el número de capillas aumenta. Aquí encontramos la capilla de la Concepción, con una virgen del siglo XVI, la del Espíritu Santo, que combina elementos góticos y del siglo XVII, la entrada a la Corticela y las capillas de San Andrés, San Nicolás y San Antonio. A su lado, se encuentra el pequeño altar de Santiago Matamoros del siglo XVIII y la capilla de Santa Catalina, que fue panteón real.

La capilla más antigua de todas es la de Santa María de la Corticela, un oratorio benedictino del siglo IX. Esta capilla, que muestra una admirable Adoración de los Reyes en su tímpano de entrada, fue un lugar de culto para los monjes encargados del culto jacobeo. Aunque unida al crucero, aún conserva su carácter de parroquia independiente de la Catedral y es el escenario perfecto para las bodas que se celebran en este templo.

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No pierdas la oportunidad de visitar la Catedral de Santiago de Compostela y descubrir por ti mismo la riqueza histórica y artística que encierran sus capillas. Un lugar sagrado que honra la tradición y el legado del Camino de Santiago.

Para obtener más información sobre la Catedral de Santiago, puedes visitar Una Planta, una página donde encontrarás recursos y guías para tu visita. ¡Disfruta de este magnífico tesoro del románico español!

Catedral de Santiago

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